135.000 madrileñas a la espera de mamografías por la paralización del programa de detección precoz del cáncer
La Consejería de Sanidad pone por primera vez cifras al número de afectadas por la congelación del programa en la capital. Ha sido durante una comparecencia en la Asamblea de Madrid a petición de Vox
Madrid
La caótica gestión de DEPRECAM, el programa madrileño de detección precoz de cáncer de mama, deja todavía hoy a 135.000 mujeres a la espera de que las citen para hacerse sus exploraciones rutinarias, que deben hacerse cada dos años. Son las madrileñas que están dentro del grupo de riesgo, que abarca aquellas que tienen entre 50 y los 69 años. Ni una sola de ellas recibió su cita durante los primeros nueves meses del año -tal y como adelantó la Cadena SER- y ahora han empezado a llegar con cuentagotas. “Vamos a corregirlo durante 2020 porque ya está todo prácticamente controlado para que en los próximos seis meses se cubra esta incidencia”, ha prometido Manuel de la Puente, director general del Proceso Integrado de Salud en la Comisión de Sanidad.
En su día la Consejería achacó esos problemas al cambio de orientación que han decidido dar a DEPRECAM y a la complejidad de ese proceso. Desde sus inicios -hace 20 años- ha sido un programa público externalizado. Es decir, gestionado por manos privadas. Ahora se está internalizando el servicio en la red de hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), pero algo ha fallado en la planificación de esa transición. “Cuando la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) se retira, nos ocasiona un problema y probablemente en ese momento no se tomó la decisión correcta”, ha reconocido el director general.
De la Puente ha señalado que el principal problema está ahora en el sistema de almacenamiento de las mamografías digitales, que se espera solucionar con la contratación próximamente de uno más potente. Mientras tanto, se acumula el trabajo. El sistema ha estado paralizado al menos nueve meses, pero no está todavía plenamente operativo. Los hospitales públicos no pueden asumir aún todas las mamografías de la capital, así que se firmaron unos contratos-puente con seis clínicas privadas para que se hicieran cargo de parte del trabajo, y que entraron en vigor el 1 de octubre. Una solución transitoria que aún no está operativa, según ha admitido implícitamente este alto cargo de la Consejería, que ha deslizado que “está prácticamente en marcha”. Sí se ha empezado a citar en algún centro público -el director general ha asegurado que en el Hospital Clínico comenzaron a hacerlo el 16 de noviembre y fuentes del departamento añaden el de La Princesa -. Mientras tanto, la demanda embalsada sigue creciendo.
DEPRECAM costó a las arcas públicas madrileñas en 2018 casi un millón de euros – 954.885,50 euros- y más de 41 millones de euros desde que se puso en marcha en 2000, según datos obtenidos por la Cadena SER a través de un requerimiento de información pública al portal de transparencia. Todo ese dinero fue gestionado por entidades privadas. A pesar de los recursos invertidos, Madrid es la Comunidad Autónoma en la que menos penetración tiene el programa público de cribado del cáncer de mama. En Andalucía o Cataluña -regiones también muy pobladas- el nivel de penetración de sus planes es muy superior. Si se pregunta a las andaluzas y a las catalanas que se han hecho una mamografía en los últimos dos años, por qué se la hicieron; el 53,8% y el 40,6% respectivamente responde que les tocaba la revisión pública. En Madrid no llega a una de cada cinco, según datos del Ministerio de Sanidad, correspondientes a 2017.
Javier Alonso
Periodista. Licenciado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Univesidad Complutense de...