Infancia desprotegida

NOA DE LA TORRE OK 20 DIC 2019
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Valencia
Los socialistas valencianos quieren prohibir que las casas de apuestas estén a menos de 700 metros de los colegios. La razón es lógica: la publicidad masiva y el fácil acceso a las apuestas están provocando que muchísimos jóvenes, adolescentes, estén ya familiarizados con el juego. Y el camino a la ludopatía es corto, y más en estos tiempos de internet.
El problema se agrava cuando son los propios adultos, los padres, los que además incitan a los menores a apostar, los que están junto a sus hijos en el bar jugando en la máquina de apuestas. Para buena parte de la sociedad, estos adolescentes son lo suficientemente maduros para responsabilizarse de sus actos.
Y ahora resulta que alguna responsabilidad tiene también una menor a la que violan mayores de edad. Es el caso Arandina. El paso atrás como sociedad es claro si entramos a debatir sobre la culpa de una menor, insisto, víctima de violación. Una menor.
Tenemos una infancia desprotegida por intereses económicos o ideológicos pero el problema es otro. El problema es que los escolares asistan a un taller contra la violencia de género. En el mundo al revés, hay quien piensa que es ahí donde hay que proteger a los niños. En el mundo al revés, los supuestos defensores de la infancia juzgan a los menores como adultos.




