Balears líder en divorcios, pero no aprenden
Con todos mis respetos, es la fe del ludópata, del que apuesta a la lotería

"La línea roja" de Matías Vallés (23/12/19)
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Palma
En el tiempo en que estaremos juntos, un par de matrimonios baleares decidirán separarse.
Hemos de manifestar nuestra educada solidaridad con el trauma de la ruptura, pero nadie podrá decir que no estaban advertidos.
Vivimos en la comunidad con mayor tasa de divorcios de España.
Sin embargo, la noticia debería ser que la tasa de divorcios y separaciones no modifica la tasa de matrimonios.
Nadie escarmienta en el divorcio ajeno, por mucho que se insista en que siete de cada diez contratos matrimonIales acaban disueltos.
¿Cuántas personas subirían a un avión, si se les dijera que hay un setenta por ciento de probabilidad de que no lleguen a su destino?
Pues bien, si el oficiante civil o religioso advirtiera a los novios ante el altar de que su matrimonio está estadísticamente condenado a la separación, ni uno solo de los dos contrayentes daría un paso atrás para pensárselo mejor.
Con todos mis respetos, es la fe del ludópata, del que apuesta a la lotería.
Cuántas desgracias nos ahorraríamos si los abogados divorcistas hubieran intervenido antes de concretarse el matrimonio, y no cuando todo está perdido.
Balears encabeza la clasificación de divorcios, pero no hay de qué preocuparse.
Se separan para volverse a emparejar a la menor oportunidad.




