Comienza este martes el juicio al dueño de la finca donde murió Julen
Hay señaladas seis sesiones y más de cincuenta testigos y peritos citados a declarar en una vista en la que el acusado se enfrenta a penas de más de tres años de prisión por delito de homicidio por imprudencia
Málaga
Comienza este martes en el juzgado de lo Penal 9 de Málaga el juicio al dueño de la Finca del municipio malagueño de Totalán donde cayó y falleció el pequeño Julen en enero del pasado año. David Serrano está acusado de un delito de homicidio por imprudencia grave
Prácticamente un año después del fallecimiento del menor de dos años comenzará este juicio que, a lo largo de seis sesiones, se prolongará hasta el 30 de enero.
Hay citados un total de 51 testigos y peritos para declarar en juicio. Guardias Civiles, personal de rescate, cuatro mineros de Asturias o el ingeniero que dirigió las labores para recuperar el cuerpo de Julen. Un juicio que ha levantado una gran expectación, hay acreditados 80 profesionales de 34 medios de comunicación. El juicio se celebrará la Sala 4 la más grande de la Ciudad de la Justicia y creada en su día para albergar el proceso del caso Malaya.
La vista oral comenzará con las cuestiones previas, la declaración del acusado y la de seis testigos incluidos los padres del pequeño Julen, la pareja del acusado, el pocero que hizo el sondeo por el que cayó el menor, su ayudante y el maquinista que realizó la zanja en la que quedó el pozo.
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La Fiscalía, en su escrito de acusación, mantiene que David Serrano dejó destapado el pozo por el que cayó Julen, el agujero de 28 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad estaba semioculto en la esquina de la zanja en L que había encargado excavar el acusado.
El 13 de enero de 2019, Serrano junto a su pareja y la hija menor de ambos invitó a José Roselló, su pareja Victoria García y su hijo Julen a pasar un día en la finca de Totalán.
Dice la Fiscalía que el acusado no avisó de que, muy cerca de donde iban a preparar la comida, en la zanja, había un pozo sin tapar ni señalizado, David era el único que sabía que en ese punto estaba el sondeo y no previó el peligro.
En un momento dado Julen comenzó a correr por la zanja hasta que, al llegar al extremo más corto, se precipitó. Su muerte ocurrió minutos después de la caída. Cayó más de 70 metros, la altura de un edificio de 22 pisos. En el descenso sufrió una luxación de la primera vértebra cervical, una lesión incompatible con la vida porque paraliza los mecanismos de respiración. Quedó tapado por la tierra que arrastró en su caída.
La defensa del acusado niega la mayor: mantiene que Serrano no pudo prever el peligro pero, aun así, tapó el pozo y avisó a sus invitados de donde estaba el agujero. No hay delito y si lo hubiera el responsable no sería él.
Las acusaciones de Fiscalía y la familia de Julen piden para el acusado tres y tres años y medio de prisión respectivamente como autor de un delito de homicidio por imprudencia grave, que indemnice a los padres del menor y que pague a la Junta de Andalucía los 700.000 euros que costó el rescate del cuerpo del pequeño en trabajos de ingeniería que se prolongaron 13 días.
Los abogados de la familia y el acusado han estado negociando, desde hace meses, un acuerdo sin que, hasta ahora, hayan llegado a pacto alguno para evitar el juicio.
Ignacio San Martín
Periodista de Málaga especializado en tribunales y motor. Responsable de 'Autoradio', programa decano...