La calle de Sant Vicent Màrtir
Una de las más importantes vías históricas de Valencia está dedicada a su patrón, San Vicente Mártir, diacono del Obispo Valero en el siglo IV.
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Luis Fernández
06:00
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Valencia
La calle de San Vicente Mártir pasa por ser la calle más larga de Valencia y su historia urbana trasciende a la de cualquier barrio de la ciudad. Su antiquísimo trazado se corresponde con la Vía Augusta, la calzada romana más importante de Hispania, la cual cruzaba la ciudad por el Cardus Maximus, el eje norte-sur formado por las calles del Salvador y la propia de San Vicente Mártir.
En un principio, como calle o camino de San Vicente, solo era conocido el tramo entre la plaza de Cajeros (actual cruce de la avenida de María Cristina con la calle de San Vicente y la plaza del Ayuntamiento) y la puerta de San Vicente, situada en la actual plaza de San Agustín. A partir de dicha puerta, más allá de las murallas, el camino era conocido como San Vicente de fuera del portal o simplemente San Vicente de fuera, mientras que el trazado más antiguo de la vía, entre la plaza de Santa Catalina y la de Cajeros tuvo, antes de la unificación, los nombres de calle de San Martín (entre la plaza de Santa Catalina y la calle Manyans, justo el tramo que enfrenta a la iglesia de San Martín) y calle de la Boatella (entre Manyans y la plaza de Cajeros).
El de San Vicente es uno de los ejes sobre los cuales la ciudad de Valencia fue creciendo durante el siglo XX y su nombre fue abarcando cada vez mas números y metros del eje viario, en detrimento del camino Real de Madrid. Durante los años 30 se barajó la posibilidad de seccionar por tramos la gran calle de San Vicente, incluso se llegó a proponer que el tramo entre la Roqueta hasta el límite municipal llevase el nombre de avenida de las Cortes Valencianas. Durante la Guerra Civil fue rebautizada con el nombre de Largo Caballero.
La calle de San Vicente Mártir abarca en la actualidad desde la plaza de la Reina hasta prácticamente el Nuevo Cauce del Turia. El nombre de la calle de San Vicente está registrado prácticamente desde la entrada de Jaume I en la ciudad y se conoció de esta manera por qué fue por este camino por donde fue arrastrado el cuerpo del protomártir y patrón de Valencia, Vicente de Huesca, diácono del Obispo Valero de Zaragoza, allá por el 304 d.c.
