Cladera trata a los menores como números

Palma

Los abusos sexuales sistematizados a adolescentes de hogares de acogida tienen la gravedad suficiente para que el escándalo acabe en nada.

En una situación menos grave, podrían depurarse responsabilidades.

En un caso de irresponsabilidad colectiva, solo cabe taparlo.

Pueden tranquilizarse pues los gestores del IMAS, del cómico Defensor del Menor o de la fiscalía, que ya estarían en la calle en cualquier empresa que viera prostituidos sus principios esenciales de funcionamiento.

Una vez garantizados los sueldos y cargos que no merecen, hay que mirar hacia arriba para recordar que Cati Cladera es la presidenta del Consell en el que funciona el tráfico sexual de menores.

Cladera se ha preocupado más de defender a los políticos que a los menores, y en esto se parece a los altos cargos antes citados.

Sin embargo, lo más sorprendente es el tono de su voz.

Cuando Cladera asegura en sus puestos a los responsables de lo ocurrido, se refiere a los menores acogidos como si fueran números.

O algo peor, como si fueran un inconveniente en su camino hacia el Consolat. Los menores, no los culpables a quien ella mantiene en sus sillones.

Que no se preocupe Cladera, cuando se archive todo podrá seguir luchando por ser presidenta del Govern en lugar de la presidenta del Govern.

Por eso se le puede exigir como mínimo delicadeza en la expresión.