El balneario de Yémeda, el río Guadazaón y una fuente de aguas podridas
Las aguas sulfurosas del entono favorecieron la creación de un balneario que ahora se está rehabilitando
Cuenca
En el espacio Nos vamos de excursión que coordina Fernando Carreras, de la empresa EcoExperience, y que emitimos los viernes en Hoy por Hoy Cuenca, esta vez nos vamos hasta el pueblo de Yémeda para descubrir su entorno y el precioso balneario a orillas del río Guadazaón.
El balneario de Yémeda, el río Guadazaón y una fuente de aguas podridas
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Para llegar a Yemeda salimos de Cuenca en dirección Carboneras de Guadazaón. Una vez llegamos al pueblo, seguimos la carretera en dirección a Cardenete, pasamos Arguisuelas y más adelante tomamos el desvío a Yémeda.
Una vez llegamos al pueblo lo mejor es dejar el coche para seguir a pie por la carretera que va hacia Paracuellos, caminando en dirección hacia el río Guadazaón. A tan sólo un kilómetro encontramos ya las primeras construcciones que llamarán nuestra atención.
Estamos en el balneario, a orillas del río Guadazaón, en el paraje conocido como Molino del Obispo, de hecho al acercarnos escuchamos el agua de las cascadas del propio río. En este punto surge también el manantial de Fuente Podrida que abastece a los baños de Yémeda cuyas aguas sulfurosas afloran a 16 grados centígrados y que tienen propiedades curativas para diversas dolencias.
Podemos pasear por los alrededores teniendo en cuenta que ahora el balneario se encuentra vallado ya que hay un proyecto de la Diputación de Cuenca para restaurarlo, de hecho podemos ver la primera fase de la obra, una gran estructura de madera que se ha colocado al lado del edificio principal. La idea es recuperar estos baños como hospedería en un bonito lugar ya que el entorno que rodea al balneario es único, sobre todo por la vegetación que tenemos a orillas del río y las zonas cercanas al mismo.
Si seguimos un poco hacia arriba veremos un edificio abandonado en forma de torreón con columnas y escaleras que también pertenece al antiguo balneario y que llama la atención por su buen estado de conservación.
El balneario de Yémeda cerró en 1978, tras casi 100 años de su inauguración, contaba con 8 baños y 32 habitaciones y sus aguas de reconocida fama recibieron un premio internacional en la Exposición Universal de París de 1878. En el proyecto actual se espera que tenga unas 50 habitaciones, restaurante y zona termal. Desde aquí volveremos al pueblo por el mismo camino.