Varapalo a la vecindad y al patrimonio: el desalojo de un palacete abandonado

Madrid

Vecinos como Loli o Luis Alfonso llegaron hace años al palacete de la calle de la Luna. Buscaban un techo y el edificio, de cinco plantas y más de 3.000 metros cuadrados, estaba abandonado. Allí, conocerían a otros vecinos: los que llevaban toda la vida, como Julia. Los que habían estado pagando un alquiler, con contrato y dentro de las leyes, a una inmobiliaria privada. Hasta 2011, cuando algo cambió.

Ese año, este edificio histórico, de 1775 y firmado por Juan Villanueva, pasó a manos del Ayuntamiento. Desde entonces, los vecinos dejaron de tener a quién pagar el alquiler. El Consistorio no les permitía seguir abonando la renta. En noviembre del año pasado, y tras años de hiato, recibieron una orden de desalojo. No era la primera. 

Esa orden, que llegó por carta, afecta a 300 vecinos —40 de ellos, menores—. Según muchos de ellos, estos carecen de una alternativa habitacional. El Ayuntamiento había comprado el edificio, en principio, para poner fin a los destrozos que el anterior propietario estaba realizando en él. Pero el abandono del inmueble solo fue a más cuando pasó a manos públicas. Algo que el Consistorio parece querer reparar ahora. Y esto dejará a muchos de los vecinos, según reconocen, de vuelta en la calle.