Mobbing al PP vasco

Bilbao

Alfonso Alonso cavó su tumba en el PP actual cuando Casado ganó las Primarias. Sentenciado por su apoyo a Sáenz de Santamaría. De nada sirvió que sacrificara su carrera en Madrid (ministro, portavoz en el Congreso), para hacerse cargo del PP vasco tras la marcha de Quiroga. Por no hablar del sacrificio de todos sus compañeros en los tiempos ne los que ETA les mataba.

En derecho laboral hay un nombre para lo que le han hecho desde entonces: mobbing. Desde una posición de superioridad, actos continuados hostiles, humillantes: te sanciono a un juntero, te impongo las listas, te acuso de tibieza con el nacionalismo, evito ratificarte, te excluyo de las negociaciones, te lanzo ultimatums...El fin último suele ser que el empleado arroje la toalla y se largue. El viernes algunos pensaron que lo haría, pero, en cuanto vieron que iba a tragarse otro sapo, se lo han cargado.

Carlos Iturgaiz será el candidato a lehendakari. Vuelve el PP más duro: el de San Gil, Mayor Oreja, Urquijo... En Sabin Etxea estará corriendo el champán. Eso para otró día. Alfonso Alonso no se merecía este trato.