El puerto y la ciudad, exclusión mutua
Si Alicante y el puerto fueran dos organismos vivos, teniendo en cuenta la compleja relación que mantienen, hablaríamos de neutralismo
La Columna de Carlos Arcaya | «El puerto y la ciudad, exclusión mutua» | 27/02/2020
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Alicante
Si la ciudad de Alicante y el puerto fueran dos organismos vivos, teniendo en cuenta la compleja relación que mantienen, hablaríamos de neutralismo -entendida como la relación entre dos especies en donde ninguna sale beneficiada- e incluso, de exclusión mutua.
Y no siempre ha sido así. La apertura de la zona de Levante y de la lamina de agua interior a la ciudad fue una decisión que otras ciudades -el otro día hablaba de ello el alcalde de Almería- quieren imitar.
Por tanto, el problema y la necesidad son llegar a una necesaria simbiosis. Es decir, que la relación, lejos de ser conflictiva, sea beneficiosa para las dos partes. Que el puerto tenga una prospera actividad comercial, que los ciudadanos no se vean afectados por la misma y que la ciudad pueda integrar los espacios más alejados del mar.
No sé si les estoy hablando de la cuadratura del círculo, pero lo que está claro es que para entenderse hay que dialogar y que por ello, la puesta en marcha de la comisión Puerto-Ciudad es una buena iniciativa que llega tarde. Con años de retraso.
Aunque tampoco conviene olvidar que el alcalde y otros ediles históricamente han estado presentes en el Consejo de Administración del puerto. Con un resultado, como vemos, desigual o poco simbióticos.
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