Los profesionales sanitarios piden un uso responsable de los recursos ante el coronavirus

Valladolid

Después de que se agotaran las mascarillas en muchos lugares del país y que desaparecieran 5.000 de ellas en un hospital de Valladolid, entre otros sucesos similares, los profesionales sanitarios llaman a la calma a la población y piden que se haga un uso adecuado y responsable de los recursos sanitarios, ya que, según Carlos Treceño, presidente del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Castilla y León, "el uso de productos sanitarios y medicamentos tienen que tener un uso racional. Tienen que usarlos las personas que los necesitan, de lo contrario, se produce un desabastecimiento de los mismos", con los riesgos que ello conlleva para pacientes que realmente sí necesitan esos recursos.

Enfermos sin mascarillas 

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Durante estos días, quienes necesitan habitualmente una mascarilla no han podido encontrarla. Así lo han sufrido pacientes con el aparato respiratorio afectado, alérgicos o personas que han recibido un trasplante. Emilio Bautista, Presidente de la Federación Española de trasplantados de corazón, asegura que "una persona trasplantada necesita mascarillas el resto de su vida. Cuando va al médico, al cine o en el autobús. Tenemos nuestro sistema inmunológico muy bajo", por lo que necesitan con frecuencia este material que ahora escasea.

Aunque durante estos días no han recibido muchas quejas por parte de sus asociados, la falta de mascarillas puede llegar a ser una preocupación para estas personas.

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Las autoridades sanitarias han repetido por activa y por pasiva que "una persona sana no se protege del coronavirus con la mascarilla. Lo adecuado es lavarse las manos y toser en el codo o usando pañuelos desechables", palabras de Elvira Callejo, directora técnica de planificación, atención primaria y derecho de los usuarios de SACyL, en el programa A vivir Castilla y León.

Esta profesional recuerda que "hacer un uso inadecuado de los recursos sanitarios genera, por un lado, la medicalización innacesaria de los pacientes, y por otro, demoras en las consultas, trabajo bajo presión para los sanitarios y costes económicos". Según la consejería de Sanidad de Castilla y León, una consulta en urgencias de Atención Primaria cuesta a las arcas de la comunidad entre 30 y 40 euros; una urgencia domiciliaria son 60 euros y una consulta de urgencias en un hospital ronda los 140 euros, por lo que piden que se utilicen estos recursos cuando sea necesario.

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Precisamente para no colapsar las consultas con dudas sobre el coronavirus, la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un teléfono gratuito (900 222 000), operativo las 24 horas del día. En los cuatro primeros días de esta semana ha recibido cerca de 700 consultas mientras que la semana anterior no recibía más de cinco llamadas diarias.