Por fin blanco a domicilio

Palma

El barco que zarpa para la Primera División de la temporada que viene del Real Mallorca ha sufrido hoy un colapso de venta de tickets. Muchos de los que se habían bajado han solicitado hoy la reventa de su billete por si acaso. En esta importantísima victoria del equipo: Eibar 1-2 RCD Mallorca.

El equipo salía a Ipurua con tres centrales por la ausencia de Salva Sevilla y empezó asustando al Eibar como ha hecho en otras muchas ocasiones a domicilio esta temporada pero sin premio. Esta vez, por vez primera en el curso, el desenlace fue beneficioso para el Mallorca.

En el minuto 3 un disparo del Cucho que se colaba dentro obligó a Dmitrovic a estirarse para sacar el balón de la portería armera. El Eibar sin hilvanar muchas jugadas respondía con una falta lejana pasados los diez minutos de Cote, de esas que se cuelgan, pero que el jugador puso con una rosca envenenada que se topó con el larguero de Manolo Reina. El partido empezó con un buen ritmo , pero se fue apagando a medida que avanzaba el crono.

Cuando parecía que a la caseta se iba a llegar con el empate, una falta lateral desde el piquito del área que botó Dani Rodríguez no encontró cabeza local que despejase el cuero y la rosca botó delante de Dmitrovik para colarse en la portería. 0-1. Euforia bermellona y al descanso.

Al salir de la caseta el Éibar puso coraje y pudo llegar el empate, el equipo de Mendilíbar que se volcó con centros laterales que agobiaban al Mallorca. En ese acoso de centros laterales tanto por la izquierda como por la derecha, el Cucho volvió a tener una muy clara desde el punto de penalti tras un servicio de Lumor. El Eibar apretaba , pero el Mallorca en las contras podía sentenciar.

Aguantó el Mallorca panza arriba hasta que en un buen balón dividido que ganó Pozo por velocidad, se pegó una galopada y marcando una diagonal hacia dentro por su banda derecha para asistir a Kubo. El japonés recortó para fuera a su marcador y luego cruzó el balón para pillar a contrapié al portero. No falló, la colocó en la jaula. Palo y gol. 0-2 y victoria casi cerrada a domicilio siete meses después de empezar la competición.

Después de marcar Kubo se marchó dando pie al debut de Ki con la camiseta insular. Cuando el partido agonizaba, en el 92 por fin el Eibar remató un centro, lo hizo precisamente un jugador balear criado deportivamente en las categorías y en el equipo bermellón. Pedro Bigas ponía la testa para firmar el 1-2.

A partir de ahí una tangana entre Reina y medio equipo armero por entender que el portero perdía tiempo a la hora de sacar el balón de la portería que acabó en amonestaciones y en unos segundos más de agonía. Victoria a domicilio, la primera del año, de la temporada, que levanta el primer saco de 3 puntos para la lucha por la salvación a 11 partidos ahora del final para el Mallorca.