Si el Santísima Trinidad se va de Alicante, lo echaremos de menos

Alicante

Una derivada por la pandemia de coronavirus y que nadie hubiera imaginado nunca es la situación en la que queda el Santísima Trinidad. Parece una broma, pero no lo es.

A la empresa que adquirió la réplica de este galeón del siglo XVIII se le acabó el plazo máximo para abandonar el Puerto de Alicante, ayer 18 de marzo. No obstante, el estado de alarma decretado conlleva la paralización de los trámites administrativos, así que el Santísima Trinidad va a seguir languideciendo en el muelle 7 hasta que no varíe esta situación, según indican fuentes de Autoridad Portuaria.

Mientras, ningún representante de la mercantil de Cabo Verde que ha adquirido este artefacto flotante ha viajado hasta Alicante, a pesar de que así se anunció a finales del pasado mes de noviembre. No obstante, desde Autoridad Portuaria mantienen que "nada hace pensar" que esta empresa, que pagó 17.000 euros por la réplica del galeón el pasado julio, vaya a desistir de su intención, puesto que ha pagado "religiosamente" las tasas del amarre hasta la fecha.

El plazo que tenía para reparar este artefacto flotante y conseguir los permisos para su remolque era de ocho meses máximo desde su adquisición y eso ocurrió en el mes de julio.

Antes hubo una subasta desierta y después se dio otra oportunidad rebajando la cuantía inicial. Como nadie se interesó por el Santísima Trinidad, se optó por la adjudicación directa. Fue entonces cuando una empresa, cuyo administrador era un inversor de nacionalidad china, se hizo con la réplica para llevarla a Benidorm, aunque desistió y finalmente lo compró esta mercantil de Cabo Verde.

Por su parte, fuentes de Capitanía Marítima en Alicante aseguran que están a la espera de que en Algeciras se autorice el cambio de titularidad del Santísima Trinidad porque “está allí matriculado” y además "aún no han solicitado que se lo quieran llevar".