Ante el "ya no puedo más" vamos a "hacer un poder"

Alicante

Ya cumplimos la primera semana de este aislamiento mediterráneo y primaveral -lo cual, para una sociedad como la nuestra, que tiende a celebrarlo todo en la calle y que vive este equinoccio catártico en el que pasamos de la oscuridad a disfrutar de una naturaleza reventona-, pues, entiendo que la cuarentena se nos hace más complicada y más cuesta arriba.

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Y más cuando empezamos a ver los campos de cerezos en flor. A lo mejor, nunca hemos ido a verlos, pero ahora, se nos ha generado la necesidad. Como vamos a echar de menos la Semana Santa, con su olor a cera quemada e incienso; o disfrutar del estruendo de la pólvora de los Moros y Cristianos de Alcoy.

También anhelamos dar un largo paseo por estas ciudades con apariencia apocalíptica, pero nada inquietantes.

Me voy a poner dramático, lo reconozco, pero ante el "ya no puedo más", vamos a "hacer un poder" -como me decían a mi de pequeño-. Lo que verdaderamente no queremos, ni podemos ver es esa larga fila de camiones del ejército cargados de féretros de muertos por el coronavirus, como ha sucedido en Bérgamo, en Italia.

Siempre se puede más.