El confinamiento por el COVID-19 dificulta el desarrollo de las terapias en niños con necesidades especiales

Alcobendas

Con el Estado de Alarma y la situación que vivimos en nuestro país a causa de la pandemia del Coronavirus, son muchos niños con necesidades especiales los que no pueden llevar sus terapias rutinarias, acarreándoles problemas a ellos y a sus cuidadores.

Es el caso de Adrián, un pequeño de 13 años con sindrome de Angelman, una enfermedad genética que causa problemas en el desarrollo del cerebro y en el cuerpo de un niño. Tiene problemas madurativos, ataxia y rigidez muscular, por lo que necesita hacer estiramientos trabajando los músculos y los tendones, para evitar que se le agarroten.

Normalmente, Adrián va todos los días a un colegio de necesidades específicas, de 9 de la mañana a 15:30 de la tarde, donde le realizan estiramientos, le ejercitan con música, y hacen trabajo multisensorial. En una semana de confinamiento, ya ha retrocedido, su madre Belén nota cómo el cuerpo de su hijo se va encorvando, que vuelve a tener rigidez.

Sus padres están asumiendo las tareas de rehabilitación, viendo muchos vídeos musicales, manteniéndole activo para que mueva su cuerpo al ritmo de la música. Pero se encuentran con problemas añadidos como trastorno del sueño, ya que cuanto menos desgaste físico hace, tiene más problemas para dormir por la noches.

Adrián ha estado cinco años seguidos en la UCI con neumonías, este era el primer año que había escapado de estar ingresado, pero debido al COVID-19, el pequeño requiere un confinamiento total sin que él ni sus padres salgan de casa, para evitar que el virus le ataque a sus pulmones.

Es uno de los muchos casos dramáticos que se están viviendo estos días en nuestro país. Un problema para mucho niños y niñas, que forman parte de un grupo especial, de afectados por la pandemia del Coronavirus.