El enternecedor diario de la cuarentena de un niño con Asperger

Arrecife

Ares Delgado tiene Asperger y durante el confinamiento ha decidido empezar a escribir un diario donde relata su día a día. "Hoy es la videoconferencia de mi clase, estoy algo nervioso, aunque he hecho alguna que otra videoconferencia. En la cuarentena mamá me deja jugar a la Nintendo Switch entre las cinco y las siete y media. Mañana me llamará Javier, un periodista de la SER para hacerme una entrevista en la radio, lo estoy flipando", reza la primera página de ese diario. Ares Delgado es un niño de Famara, en Lanzarote, con tan solo nueve años, una sensibilidad extraordinaria y altísimas capacidades intelectuales, algo bastante habitual en personas con Asperger. "He empezado a escribir este diario para tener recuerdos de cuando me quedé encerrado en mi casa. Me gusta", explica Ares.

No puede recordar cuantos días lleva confinado pero es muy consicente de que se le está haciendo muy largo, "la parte buena es que puedo escuchar a mis amigos jugando al Fornite, yo diría que se están aprovechando de que estamos encerrados para estar todo el rato jugando", explica Ares. "No amigo, hay que ponerse un horario para no pasarse", añade. Las personas con asperger o autismo pasan el confinamiento con más dificultades que el resto de la población, necesitan salir a pasear y airearse. De hecho, Ares lo ha hecho con un guante azul en la mano izquierda, "así todo el mundo sabe que yo puedo salir", explica. La mayoría de asociaciones se han opuesto a esta medida, porque supone etiquetar a las personas, algo que se intenta superar desde hace décadas.

Sin embargo, la llamada "policía del balcón" increpa con frecuencia a estos niños y a sus madres cuando pasean por la calle. "A mi madre le gritaron y le dijeron que no podíamos salir desde un balcón, una señora le corrigó y le dijo: ¿no ves que lleva algo azul en la mano? Ese es el motivo por el que sale", explica Ares, al que sí le ha resultado útil llevar un identificativo azul. "Aplaudo lo que dijo esa señora, hizo una acción que me encantó en nuestra defensa, le dijo a la señora que nos gritó que llevaba un guante azul y que salía para desestresarme, no solo los asperger sino también los autistas, aguantamos muy poco en casa", añade.