El acoso escolar por las redes sigue activo pese a la reclusión

Málaga

El último informe de la UNESCO sobre el acoso escolar , presentado el pasado año en Londrés, asegura que este problema afecta a uno de cada tres alumnos que ha sido intimidado en alguna ocasión por sus compañeros.

Ahora, sin clases presenciales, los expertos advierten: el acoso escolar no ha terminado, las redes siguen funcionando pero también la reclusión permite a los padres detectarlo ahora con más facilidad.

Una encuesta de UNICEF, entre 170.000 escolares de 30 países indica que uno de cada tres adolescentes ha sido también víctima de ciberacoso y que uno de cada cinco llegó a saltarse las clases como consecuencia de esta situación.

La criminóloga Ester López, especialista en acoso escolar, asegura que la reclusión permite ahora a los progenitores estar más cerca de los pequeños y detectar las señales

Cambios de comportamiento, humor, ansiedad, irritabilidad, modificación en los hábitos alimenticios, trastornos de sueño, terrores nocturnos, depresión, desinterés por cosas que le gustaban, son algunas de las señales en las que hay que fijarse, asegura Ester López.

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Y todo porque la víctima, la niña o el niño, es muy difícil que confiese su problema según Carolina Macías, abogada especialista en Menores...

Así que, ¿cómo acercarse a un adolescente o a un menor si se detectan estos síntomas?, Ester López apela a la confianza.

El ciberacoso, está en la red y, por tanto, activo a todas horas de todos los días. Las consecuencias son muy graves para las víctimas porque le causa un daño psicológico y emocional que, en ocasiones, arrastrará para siempre.

Y en cuanto a los agresores, hay que recordar que, a partir de los 14 años son responsables penales de lo que están haciendo.

Prevención y control sobre el uso de las redes sociales es fundamental, eso sí, responsabilizando a los menores para que sean conscientes de su correcto uso.

Se trata de un problema larvado y oculto en muchos casos, apenas el 4 por ciento de las víctimas de acoso escolar terminan solicitando ayuda a los teléfonos de asistencia habilitados por administraciones y oenegés.

El 900 018 018 es un teléfono gratuito y, al igual que ocurre con el 016 (teléfono contra los malos tratos), no deja huella en la factura telefónica aunque sí hay que borrarlo de la lista de llamadas.