Inversores alemanes presionan al Govern para regresar a sus segundas residencias

Palma

Empresarios alemanes presionan por carta al Govern para la reapertura de las islas. La presidenta Armengol ha recibido alrededor de 150 cartas de ciudadanos alemanes con una segunda residencia en Mallorca que censuran el cierre de las islas y acusan al Ejecutivo de violar el derecho de propiedad por poner restricciones a los viajes a su segunda vivienda tras la finalización del estado de alarma.

Las cartas han sido remitidas por empresarios del mundo inmobiliario, propietarios de viviendas, villas y arrendadores de segundas residencias en la isla. El Govern ha contestado a todas las misivas recordando que los ciudadanos alemanes que tengan aquí su primera vivienda pueden regresar y que el propósito de las medidas adoptadas es el de salvar vidas.

Los ciudadanos alemanes utilizan un modelo de carta que se ha remitido de forma masiva a la presidenta del Ejecutivo balear. Consideran que la posibilidad de que no puedan regresar a la isla una vez finalizado el estado de alarma supone una violación del derecho a la propiedad que califican de inaceptable.

Consideran que las medidas adoptadas causan un daño irreparable a las islas y advierten de que si los inversores no pueden confiar en que su propiedad está segura buscarán otras oportunidades de inversión. Consideran que se puede prescindir durante un año de los turistas porque volverán, pero los inversores no regresarán si se les ahuyenta. Además, en las misivas critican las medidas adoptadas por España cuando dicen, la pandemia ha disminuido bruscamente y no hay peligro de saturar el sistema sanitario. Los empresarios instan a Armengol a hacer las islas accesibles a propietarios extranjeros, renunciar a una nueva declaración del estado de alarma y abrir las tiendas, restaurantes, campos de golf y puertos deporitivos.

Desde el Govern ya han respondido a las cartas recordando que la pandemia ha obligado a Europa a tomar medidas drásticas para contener el avance de la epidemia, con restricciones que limitan derechos tan básicos como la movilidad y obligan a sacrificios personales importantes. Todo con la finalidad de salvar vidas, recuerdan.

La presidenta señala que es el Gobierno central quien define las condiciones en las que se pueden mover los ciudadanos y por ello están permitidos los desplazamientos justificados para regresar a la residencia habitual, acudir al puesto de trabajo cuando así se establece o salir de casa para abastecerse de productos básicos como los alimentarios o los farmacéuticos. Esas exigencias, dice, son las mismas para todos los ciudadanos, independientemente de su nacionalidad o lugar de origen.

Baleares recibió el año pasado cuatro millones y medio de visitantes alemanes. Alrededor de 18.000 ciudadanos de este país tienen su residencia fijada en las islas.