Fitapa advierte del trasvase de escolares de la educación concertada a la pública

Tenerife

Las matriculaciones en centros públicos no universitarios encadenan cinco años de descenso vertiginoso en Canarias. Este curso 2019-2020 comenzó con 303.000 estudiantes, el 13 por ciento de ellos, unos 42.000, en instalaciones privadas o concertadas. Sin embargo, la consejera de Educación ha apuntado este jueves a una tendencia que podría quebrarse el próximo año académico 2020-2021 debido a las consecuencias socioeconómicas que está dejando la pandemia del Covid-19.

Con más de 70.000 trabajadores de las islas afectados por los ERTEs, el poder adquisitivo de muchas familias ha sufrido un desplome drástico y repentino, algo que ya perciben las AMPAS. En Tenerife, la isla más afectada por la crisis sanitaria, la Federación Insular de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FITAPA) ha comenzado a recibir consultas de progenitores que, no solo aspiran a la exención o rebaja de las cuotas que deben abonar en los colegios concertados, sino que ya plantean matricular en centros públicos a sus hijos el próximo curso.

Su portavoz, Eusebio Dorta, asegura que “hay familias que ahora están en una situación de emergencia social y que tienen que entrar en un sistema de educación pública al que los niños no están acostumbrados”.

La planificación del curso 2020-2021 comenzará la próxima semana con la escolarización como eje vertebrador, algo que no ha dejado indiferente a los sindicatos. Desde ANPE, Pedro Crespo, estima en 4.000 los docentes que harían falta en el sistema público para reducir “en un 20 o 30 por ciento” la ratio por de profesores por alumnos, que actualmente se sitúa en uno por cada 20,6 estudiantes.

“Para poder desarrollar una enseñanza de calidad en el trimestre del curso que viene tendremos también que adaptar los espacios. Hay centros educativos, sobre todo en el norte y sur de las islas, que no tienen aulas suficientes”, concluye el portavoz.