Urkullu sobre las fiestas y eventos veraniegos: "Muchos no van a poder celebrarse"
Gobierno vasco, diputaciones y Eudel aplazan hasta el 8 de mayo la decisión sobre el calendario festivo
Urkullu acompañado de los diputados generales y los alcaldes de las tres capitales vascas / IREKIA
Vitoria
Aún no hay una decisión firme, pero todo apunta a que las fiestas, festivales y otro actos culturales del verano en Euskadi son serán como los conocemos y los que no se puedan adaptar al nuevo escenario, que serán "muchos" según ha confesado hoy el lehendakari, Iñigo Urkullu, tendrán que suspenderse o aplazarse.
Esta es la principal conclusión que se desprende del encuentro mantenido esta mañana en Vitoria por el lehendakari, los tres diputados generales y los alcaldes de las tres capitales para resolver otro de los contratiempos derivados de la crisis sanitaria por el Covid-19.
Las fiestas de La Blanca, la Semana Grande, la Aste Nagusia y otras muchas fiestas patronales y populares, los festivales de jazz, el Azkena Rock, el BBK live, la Quincena Musical... son algunos de los múltiplrd eventos cuya celebración está ahora mismo en el aire.
"Nuestro objetivo es ofrece para el 10 de mayo un horizonte de certidumbre sobre las condiciones precisas que deberían darse para poder celebrar algunos de estos eventos, siendo conscientes de que muchos no podrán celebrarse. Para ello volveremos a reunirnos el 8 de mayo. La prioridad va a ser siempre garantizar la salud y seguridad pública" ha asegurado Urkullu al término del encuentro que se ha prolongado durante cuatro horas en la sede de la Presidencia vasca y en el que se ha tratado la derivada festiva del 'plan de retorno a la nueva normalidad' que está liderando el Gobierno vasco..
La idea es consensuar unos "criterios claros" que definan las "condiciones y limitaciones" para la organización y desarrollo de los eventos culturales y festivos. A partir de ahi, se buscará el apoyo de los agentes culturales, según ha explicado el lehendakari que se ha marcado el próximo 10 de mayo como la fecha tope para deshojar la margarita y aclarar el futuro de la programación veraniega.
