Cuando se llega al mundo en una patera en el Atlántico
El martes una mujer marfileña daba a luz en una lancha neumática a la que subió junto a una treintena de personas para alcanzar las costas canarias desde El Aaiún
Domingo Trujillo, patrón de la Salvamar Mizar, fue su partero

El patrón de la Salvamar Mizar fue el partero de una de las ocupantes de una patera que se dirigía a Canarias
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Un nacimiento nunca es tarea fácil, pero dar a luz en una patera a miles de kilómetros de la costa en plena pandemia por el COVID19 lo hace más duro aún.
De esta forma, se convertía en mamá una joven marfileña que, junto a una treintena de personas, emprendían un duro viaje con destino a Canarias a bordo de una lancha neumática que salió el lunes de madrugada desde El Aaiún. Fue la ONG Caminando Fronteras la que alertaba a Salvamento Marítimo de la travesía emprendida por los ocupantes de una de las casi 70 pateras que han llegado a las Islas en pleno Estado de Alarma por el coronavirus.
Fue la Salvamar Mizar la que sobre las siete de la tarde los localizaba al sureste de Fuerteventura. Capitaneando la embarcación estaba Domingo Trujillo, quien cuenta en La Ventana de Canarias que se topó con una barcaza "llena de migrantes" que arropaban a una "mujer con un bebé en brazos". "Nos hacían señas y ella estaba en el centro", recuerda. El patrón de esta Salvamar con nombre estrella, la cuarta más brillante de la Osa Mayor, apuró la maniobra para sacar cuanto antes a varios de los ocupantes y poder saltar a la lancha para asistir a la joven, transbordarla al buque y cortar el cordón umbilical que la unía a su recién nacido.
"Estaba mal, con la placenta fuera, y el bebé todavía tenía el cordón umbilical", rememora Domingo tras convertirse en la estrella particular de esta parturienta. O al menos eso debió pensar ella. Y es que, según el patrón, tanto la mamá como el bebé "tenían hipotermia y estaban muy fríos" y llegaron a temer que el rescate no tuviera un final feliz. "Tuvimos nuestras dudas", pero de pronto, tras abrigarles e improvisar una cuna, empezaron a recuperar temperatura y "el niño comenzó a llorar y ella sonrió". Ahí ya supieron "que todo iría bien" y pusieron rumbo hacia tierra firme.
Este patrón, con amplia experiencia en rescate de pateras y cayucos en aguas canarias, nunca antes se había enfrentado a algo así. A ser partero por un día. "No sé cómo describirlo porque aunque tengamos experiencia en el mar e incluso como padres, es duro", apunta. Aún así, asegura que ante situaciones adversas se crecen "como jabatos" y cuando el resultado es positivo, "uno se siente muy satisfecho", reconoce emocionado.
La Salvamar Mizar es una de las embarcaciones que ha rescatado al más de medio millar de personas que han llegado al Archipiélago en plena pandemia del coronavirus atravesando una de las rutas migratorias más peligrosas como es la del Atlántico.

Desireé Rodríguez
Periodista en la SER desde 2015. Graduada en Periodismo por la Rey Juan Carlos y Máster en Comunicación...




