La planta de la marihuana, motor de oportunidades más allá del consumo recreativo
Aunque el cultivo de marihuana sigue siendo un tema casi tabú rodeado de mala fama, se reivindica en esta crisis sanitaria como un producto competitivo en muchos sectores, además de ser respetuoso con el medio ambiente
César Baltasar, agricultor valenciano
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Valencia
La pandemia del coronavirus también se está presentando como un motor de oportunidades. Hablamos, por ejemplo, del cáñamo o de la marihuana. Esta última, a la espera de que llegue la normativa que legalice su explotación, sigue mostrándose como una fuente de oportunidades más allá de su uso recreativo.
César Baltasar, agricultor valenciano, ha recordado en La Llavor que, pese a la mala fama de la marihuana, también es una fuerte competidora en el sector de la madera o del algodón y se puede utilizar en la producción de biocombustible, aceites o productos cosméticos. A todo ello se le suma que la Comunitat Valenciana cuenta con un clima muy favorable para su cultivación.
Según Baltasar, su producción abarata materiales y no tiene impacto en el ecosistema. Y opina que la legislación debería ir más allá, y legalizar también el consumo recreativo. Así, el dinero que se mueve no iría al mercado negro, sino que públicamente podría destinarse a la mejora del estado del bienestar.
