"Malditas sean las guerras"

El 7 de abril de 2003 es una fecha que quedará en la memoria de todos los cordobeses, pero sobre todo en la de la familia de Julio Anguita. Su hijo, Julio Anguita Parrado, moría alcanzado por un misil lanzado por el ejército iraquí mientras realizaba sus labores de corresponsal de guerra para el diario El Mundo.

El ataque, lanzado contra un Centro de Mando del ejército de Estados Unidos en Bagdad, se cobraba también la vida del fotoperiodista Christian Liebig y dos soldados estadounidenses. Se produjo como respuesta a las ofensivas militares en Irak por parte de EE.UU. y solo un día después, el diario El País, contabilizaba en 8 el número de reporteros muertos en tan solo 19 días de guerra de Irak. Unos meses antes, también fue asesinado el también corresponsal de El Mundo, Julio Fuentes.

El fallecimiento de Anguita Parrado se confirmó el mismo 7 de abril. Su padre, tenía programada una conferencia en el Teatro Federico García Lorca de Getafe. El acto fue suspendido, pero el ex líder del PCE subió al estrado para pronunciar un breve discurso que quedará para siempre en la memoria:

“Mi hijo mayor, de 32 años, acaba de morir, cumpliendo sus obligaciones de corresponsal de guerra. Hace 20 días estuvo conmigo y me dijo que quería ir a la primera línea. Los que han leído sus crónicas saben que era buen periodista. Ha cumplido con su deber y yo por tanto voy a dirigir la palabra para cumplir con el mío. Ha sido un misil iraquí, pero da igual [...]. Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen”.

El Ayuntamiento de Córdoba convocó un pleno extraordinario para condenar la muerte de Julio Anguita Parrado. Solo faltaba una concejal, la teniente de alcalde de Asuntos Sociales, Antonia Parrado, madre del periodista. La por aquel entonces alcaldesa por Izquierda Unida, Rosa Aguilar, incluyó en su manifiesto que “Julio ha puesto nombre para nosotros a todas las víctimas anónimas que cada día pierden la vida en la guerra”.

En honor del reportero se crearon los Premios de Periodismo Julio Anguita Parrado, entregados cada año en Córdoba. La última galadornada ha sido la corresponsal en Oriente Medio, Ana Alba, fallecida este mes a causa de un cáncer.