La mayor amenaza no es el virus, son otras personas

Alicante

Inversamente proporcional a la magnitud de una tragedia, el tamaño del hombre va menguando. A los humanos, los nuevos dioses de la Tierra, como afirma el historiador Yuval Noah Harari, la naturaleza nos ha dado una tremenda bofetada y nos vuelve a mostrar nuestra fragilidad con la pandemia. Se hace evidente la necesidad de lo colectivo y también se pone de manifiesto que la mayor amenaza no es el virus, son otras personas.

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Pero, mientras el hombre se hace pequeño, nuestras muchas necesidades se hacen más grandes; la desprotección y la vulnerabilidad también. Otros, por el contrario, creen que la propia cuarentena es una amenaza, vulnera sus derechos.

Y empezamos a mirar a lo que se ha denominado 'la nueva normalidad', que hay quien cree que va a ser más equitativa, más verde y más circular y quien, por lo contrario, espera acaparar mucho más, aunque se agudicen las desigualdes disfuncionales que llevamos arrastrando desde la crisis de 2008-2009.

Y ese es el problema, que no estamos ante un choque de ideologías, estamos ante la necesidad de estar más unidos que nunca ya que el virus no entiende de fronteras y nos hace más vulnerables por la parte más vulnerable de nuestras sociedades globalizadas.