Miguel Otero: "La deuda es mucho menor de lo que nos habían contado"
Señala que su condición de consejero le impide concretar los datos
A Coruña
Abrió una crisis en el Deportivo la semana pasada al expresar, en una carta abierta, sus dudas sobre la necesidad de vender el club y, desde entonces, Miguel Otero, consejero de la entidad, ha guardado un silencio que ahora rompe para defender la viabilidad del equipo sin nuevas capitalizaciones porque, asegura, la deuda "es mucho menor".
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Sin aportar datos concretos por su condición de consejero y las cláusulas de confidencialidad, Otero justifica en una entrevista exclusiva con Efe las diferencias que mantiene con el resto de consejeros que sí apuestan por llevar a una Asamblea de Accionistas tres ampliaciones de capital, dos de ellas con la entidad financiera Abanca.
El banco capitalizará 35 millones de deuda y, en la práctica, pasará de ser el principal acreedor a máximo accionista del Deportivo.
Esos incrementos de capital iban a someterse a la aprobación de los socios el 17 de marzo con el respaldo del propio Otero, pero el estado de alarma por la COVID-19 impidió al club celebrar la Asamblea y siete días después el consejero formó parte de una comisión económica del club que ha cambiado su percepción.
Pone en duda la venta del club que avala el Consejo de Administración del que sigue formando parte. ¿Por qué ha optado por contarlo en una carta abierta y no ha dimitido?
Por honestidad y responsabilidad con el Deportivo y toda su masa social. Sin duda valoras el gran coste que tendrá contarlo, tanto a nivel personal como profesional, pero, para mí, el poder ir toda mi vida con la cabeza alta al Dépor no tiene precio. Y, además, por el propio cargo de consejero que desempeño, por responsabilidad y lealtad hacia los accionistas.
¿Le ha llamado el presidente o algún consejero tras la carta, qué le han dicho?
En nombre del resto de compañeros me llamó el secretario del Consejo (Juan Antonio Armenteros) al día siguiente para comunicarme que siguen adelante en su intención de vender el club y que seré convocado en los próximos días a una reunión del Consejo de Administración para aprobar la convocatoria de la Asamblea. También me solicitaron que renunciara a varios cargos que ostento y me he negado.
El Consejo del que es miembro iba a llevar a la Asamblea del 17 de marzo, con su respaldo, la ampliación de capital que ahora critica. Esa cita no pudo celebrarse por la COVID-19 y después se creó la comisión económica. ¿Qué desconocía entonces que ahora sabe?
En la comisión económica que se crea el 24 de marzo y de la cual formo parte, tengo acceso a la contabilidad y a los datos relativos a la venta del club. El 17 de abril informo a mis compañeros de todo lo que observo y de mi cambio de parecer al ser la deuda mucho menor a lo que nos habían contado.
El propio presidente me escribe por email al día siguiente: "ayer estuviste fenomenal, se nota que te has currado el tema y la actitud ha sido excelente. Enhorabuena".
Posteriormente, adjunto un informe al acta del Consejo para darle oficialidad y eso provoca malestar. De acuerdo con mi criterio profesional y conociendo estos datos, considero que no vale la pena acometer la venta. Esa es la última de las opciones posibles.
¿Por qué se creó la comisión económica después de la fecha prevista para la Asamblea y no antes?
En un principio, el objetivo era analizar el impacto que tendría la crisis sanitaria en el club para planificar la finalización de la temporada, pero al observar desfases importantes en la tesorería se amplía el estudio a la totalidad de la contabilidad y para ello se me entregan los libros contables de los últimos diez ejercicios.
Esa comisión, según dice usted, se disolvió un mes después, ¿ya se había completado la investigación o quedaron asuntos pendientes?
Quedan muchas cosas por analizar y mucha documentación que he solicitado revisar, pero en la última reunión del Consejo celebrada el pasado 6 de mayo ya hice entrega de un informe avalando la viabilidad del club sin necesidad de venderlo y, además, proponiendo la venta de la sociedad patrimonial del Deportivo que gestiona el Playa Club (local de hostelería) y que tendría el mismo impacto económico que la venta del club hasta el 2025.
Ese mismo día, sorprendentemente, los compañeros acuerdan disolver la comisión económica y al día siguiente sale en prensa la incorporación repentina de un nuevo director financiero del que nunca se había hablado en un Consejo y al que no conozco a día de hoy.
Hablando de eso, hace hincapié en su carta sobre las renuncias de los dos máximos ejecutivos del área de finanzas que ya estaban en el club con los dos anteriores presidentes, ¿fue consecuencia de lo que descubrió la Comisión, porque parece levantar dudas sobre ellos?
El 17 de abril informo al Consejo de las irregularidades detectadas en la contabilidad y me sorprendió mucho que las dos personas responsables de ello hasta la fecha causaran baja voluntaria una semana más tarde y en pleno confinamiento. No creo demasiado en las casualidades.
A la vista de esa comisión y de lo que cuenta, ¿diría que las cuentas del club reflejan la imagen fiel de la entidad como dicen los auditores en su informe?
Sin duda alguna, en mi opinión, no reflejan la imagen fiel, y debe tenerse en cuenta que el trabajo de los auditores siempre se fundamenta en datos y observaciones parciales. Me extrañaría mucho que si los auditores tuviesen acceso pleno a toda la contabilidad de los últimos diez años hubiesen dado la opinión que han dado.
¿Puede concretar?
Sí, claro que podría, pero no debo hacerlo. El problema es que legalmente, como consejero, no puedo dar datos económicos y por ello se lo pido al Consejo, que es a quien le corresponde.
Llega a transmitir su preocupación por que "nadie haya dejado bien atado" que el club "jamás pueda cambiar de nombre o abandonar la ciudad". ¿Eso tampoco lo sabía antes de la comisión?
Como consejero y, especialmente, a solicitud de la comisión económica, nos han facilitado el cuadro de las cuotas a pagar con y sin la venta del club, pero hasta la fecha no hemos tenido acceso a todos los contratos vigentes entre el club y el banco. Y eso que los he pedido formalmente y los seguiré pidiendo hasta que me los entreguen para su análisis.
Hasta hace poco daba por hecho que habría alguna cláusula al respecto pero de manera verbal me indican que no.
Dice que no se ha explicado con detalle a los accionistas el ahorro que supondrá la capitalización en los próximos años, pero el dirigente, Fernando Vidal, dijo que, sin acuerdo con Abanca, el club tiene que pagar 98 millones de euros en doce años y que, con la capitalización, además de reducir la deuda en 35, se ahorraría ocho en intereses, ¿qué falta por saber?
Lamentablemente no puedo concretarle todos los datos, formalmente entiendo que debe hacerlo el propio Consejo, pero le puedo decir rotundamente que en diez años el club tiene que afrontar mucho menos de la mitad de esos 98 millones que indicó el presidente. Tenemos la confianza de los accionistas para los próximos cinco años y no podemos hipotecar el club para siempre.
¿Cómo se explica esa diferencia de la que habla?
Me encantaría responder pero, como ya dije con anterioridad, legalmente me es imposible entrar en detalle.
Vidal consideró que el acuerdo con Abanca es indispensable para la viabilidad del Dépor, ¿puede el club cumplir el calendario de pagos con independencia de la categoría en que se encuentre?
El Dépor puede cumplir el calendario de pagos, incluso podría ser viable en Segunda B. El club no necesita venderse, lo que necesita es gestión, buena gestión, y adaptar la estructura del club a las circunstancias de cada momento.