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Navarrabiomed participa en una investigación que demuestra la pérdida de olfato y gusto por Covid-19

Más de 600 profesionales de 50 países colaboran en este estudio

Karina Ausín, Naroa Mendizuri, Joaquín Fernández, Enrique Santamaría y Mercedes Lachén, de Navarrabiomed GOBIERNO DE NAVARRA

Pamplona

Navarrabiomed participa en una investigación internacional que ha confirmado que la gran mayoría de las personas enfermas con COVID-19 experimentan pérdida de olfato y/o gusto.

Más de 600 profesionales de 50 países colaboran en este estudio, cuyos hallazgos pueden conllevar implicaciones en la adjudicación de pruebas diagnóstico en nuevos brotes, precisa el Ejecutivo Foral.

Enrique Santamaría Martínez, investigador principal de la Unidad de Neuroproteómica Clínica de Navarrabiomed, lidera la participación del centro en un consorcio internacional que ha confirmado la relación directa entre COVID-19 y la anosmia (pérdida de olfato) y la reducción de la capacidad gustativa en estadios tempranos de la enfermedad.

El 7 de abril, el Consorcio Global para la Investigación Quimiosensorial lanzó una encuesta masiva para recoger información sensorial sobre la capacidad olfativa y gustativa que perciben los participantes, personas diagnosticadas con una prueba objetiva (test PCR o valoración clínica) en un periodo máximo de 15 días antes de responder el cuestionario.

Se les pidió que cuantificaran el olfato, el gusto y la función quemestesis (su capacidad para oler, saborear y percibir sensaciones de enfriamiento, hormigueo y ardor en la boca) antes y durante la enfermedad, entre otras variables. Además, se les pidió que señalaran cualquier obstrucción nasal que se hubiera producido.

Los resultados publicados el 8 de mayo con las respuestas de 4.039 personas de más de 40 países evidencian que el olfato, el gusto y la quemestesis se reducen significativamente en pacientes diagnosticados con COVID-19.

Al respecto destacan que la obstrucción nasal no parece estar asociada con estas pérdidas, lo que sugiere que puede ser un indicador para diferenciar la infección por SARS-CoV-2 de otras infecciones virales como el resfriado o la gripe, que sí producen obstrucción nasal.

Así, la reducción de la capacidad olfativa y gustativa puede tomarse como una característica distintiva de posibles casos COVID-19 que lleguen a centros sanitarios y que requieran confirmación de la enfermedad mediante test diagnóstico.

El proyecto se diferencia de otros estudios previos sobre habilidades quimiosensoriales y COVID-19, ya que propone un enfoque internacional masivo en un marco colaborativo de ciencia abierta.

La iniciativa está dirigida por Valentina Parma (Temple University, Filadelfia, EEUU), John Hayes (Penn State, EEUU), Thomas Hummel (Technische Universität Dresden, Alemania), Steve Munger (Universidad de Florida, EEUU) y Danielle Reed (Monell Chemical Senses Center, EEUU), entre otros.

Hasta la fecha han recibido más de 37.000 respuestas y la encuesta continúa activa, por lo que se anima a quien haya experimentado recientemente alguna enfermedad respiratoria, incluido COVID-19, que acceda a https://gcchemosensr.org/ y complete la encuesta.

Y es que la participación de los pacientes es "clave" para determinar la sintomatología que ocasiona el SARS-Cov-2", sostiene Santamaría.

La Unidad de Neuroproteómica Clínica está interesada en averiguar por qué se produce la pérdida de olfato en pacientes COVID-19 y para ello, ha establecido una colaboración con el grupo de David Escors (Unidad de OncoInmunología, Navarrabiomed) para esclarecer los mecanismos moleculares que se alteran a nivel olfatorio por acción del virus SARS-CoV-2.

"Una de las vías de acceso del coronavirus es a través de la cavidad nasal, por lo que analizar la ruta 'olfato-cerebro' nos puede proporcionar información sobre por qué se han observado derrames cerebrales, epilepsia y encefalitis en algunos pacientes COVID-19", indica.

Por otra parte, y según resultados preliminares del estudio de seroprevalencia realizado por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III, la pérdida de olfato no sólo hay que considerarla un síntoma temprano de patología COVID-19, sino que puede ser un predictor de respuesta inmune", informa Santamaría.

En esa línea, Navarrabiomed, en colaboración con instituciones sanitarias públicas y privadas navarras, trabaja en el desarrollo e implementación de medicina de precisión olfatoria que, junto con análisis inmunológicos, permitan diagnosticar y monitorizar de manera más eficaz múltiples patologías que cursan con pérdida de olfato, entre ellas la COVID-19.

 
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