Cristina Laborda valora el trabajo del personal de Bienestar Social y del voluntariado

Irun

Cristina Laborda, delegada de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Irun, ha querido agradecer todo el trabajo que ha realizado el personal de Bienestar Social desde los primeros momentos del confinamiento. Ya desde el principio, cuando se comenzó con el cierre de los centros de mayores, “se constituyó un comité de dirección de área para afrontar la situación y la actitud de los trabajadores fue de más del 100 %”, ha reconocido. Ha valorado también, la labor del voluntariado de Protección Civil y de Cruz Roja, que ha estado atendiendo a esos colectivos vulnerables durante la pandemia.

El trabajo se focalizó en los colectivos de riesgo, especialmente el de las personas mayores y el de las personas sin hogar que no tenían dónde confinarse. En el primer caso se llegaron a realizar hasta 6.000 llamadas para interesarse por la situación en la que estaban las personas mayores que viven solas, y en el segundo, se habilitó el albergue de Martindozenea en el que han llegado a alojarse hasta 30 personas.

Otra de las medidas que enseguida se puso en marcha, al detectar que había familias que al vivir al día se quedaban sin el recurso tan básico como el de la alimentación, fue el de las ayudas a la manutención que han cubierto a más de 120 familias, sobre todo familias con menores. Desde un primer momento, dice Laborda, “las pusimos en marcha de oficio, que es lo que se llama en la administración, sin tener que pedir ningún papeleo, ni nada”.

Además, al no tener en macha el comedor social, en el centro Zubia, se puso en funcionamiento un servicio de kits de comida que se entrega al día y con el que se está llegando a más de 70 personas.

En el apartado económico, según reconoce la delegada, “ahora mismo, después de la última modificación de créditos, en el área contamos con 1,3 millones de euros para ayudas sociales, bien de emergencia social o ayudas especiales”. En el caso de que no fueran suficientes antes de fin de año, existe el compromiso por parte del gobierno municipal y por parte de todos los grupos políticos, para que si hace falta halla más ayudas”.

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Centros sociales y residencia

Ante los planes de futuro, sobre todo le preocupa de qué manera se puedan llegar a abrir los centros de mayores en los barrios para garantizar la seguridad de este colectivo muy vulnerable al Covid-19. Cristina Laborda considera que estos lugares son importantes porque aportan esa parte de socialización de estas personas que, “realizan talleres que hacen que el envejecimiento sea más activo, que retrasan el proceso de deterioro cognitivo y físico, que hacen un trabajo fundamental y que además estaban creando unas redes importantes en el barrio”. De momento todo eso está parado y cree la delegada que tendrá un precio en la salud física y mental de estas personas.

Ahora se está estudiando la apertura de estos centros, viendo la normativa y el cómo se puede hacer. “No es sencillo, porque todos somos conscientes de que tenemos que llevar ese difícil equilibrio de poder seguir prestando los servicios, pero que a la vez no sea un foco de contagio”, apunta.

En cuanto a la construcción por parte de la Diputación de la Residencia de Arbes. Cristina Laborda, espera que esta pandemia no afecte a los planes establecidos. “Ha habido que volver a sacar el nuevo concurso de Arbes, hubo que retocar los pliegos y eso ha supuesto un año de parón, pero justo antes de la pandemia se habían vuelto a abrir los plazos para la obra de ese nuevo centro residencial de mayores y de apartamentos para autónomos tutelados, que el Ayuntamiento iba a poner en marcha. Espero que ahora ya con la vuelta de los plazos administrativos podamos retomarlo”, ha reconocido.

De todos estos asuntos y otros, hemos hablado en una larga entrevista en el Hoy por Hoy Irun este mediodía con Cristina Laborda, delegada de Bienestar Social. La entrevista la podéis escuchar aquí.