Sociedad

Así se rodó en Vitoria en 1966 la película 'Mañana de domingo'

En 1966 se rodó en Vitoria-Gasteiz una película, con la intervención de cinco niños vitorianos como coprotagonistas y la participación de mas vecinos de las ciudad como extras.

La niña vitoriana Blanca Martín con el perro “Jai”, durante el rodaje / Anuario del Cine Español

Vitoria

En 1966 y 1967, los años en los que se centra nuestra historia, Vitoria estaba en pleno crecimiento urbanístico. Un gran numero de viviendas estaba en construcción, se había implantado por vez primera la zona azul para el aparcamiento de vehículos en la calle Dato y vías adyacentes; no había paro, la cartera daba para tomar tragos y algunos se compraban un Seat 600 o un Dauphine. La ciudad en 25 años había pasado de 50.000 habitantes en 1942 a 115.000 en 1967. El padrón de este último año registraba 4500 altas en los primeros seis meses.

La aparición de los Beatles había causado una revolución musical en la ciudad entre la gente joven y habían irrumpido un un buen numero de grupos musicales, guitarra eléctrica en ristre, a los que se llamaba ye-yes. Las salas de baile donde actuaban en directo se llenaban a tope, ofreciendo hasta tres sesiones de conciertos los días de fiesta: sesión vermout -al mediodía-, sesión de tarde, y sesión de noche.

La película

En este contexto se anunció el rodaje de una película en Vitoria que refleja algunos aspectos tradicionales de una familia acomodada.

El productor José María Otero Timón visito Vitoria-Gasteiz a mediados de abril de 1966 y ofreció un rueda de prensa en el Hotel Canciller Ayala en la que anunció la filmación en nuestra ciudad de la película 'Mañana de domingo'.

El productor dio a conocer que el guión había sido escrito por la vitoriana Josefa González de Sarralde.“Se podría haber rodado en cualquier ciudad de España. Ahora que, por lo que he podido percibir capta perfectamente la psicología vitoriana. Quiere percibir la vida de Vitoria en una mañana de domingo”.

Momento del rodaje / Norte Exprés

Anunció que se contaba con el apoyo económico de las dos cajas de ahorros locales y el Banco de Vitoria. Añadió que muchas películas se realizaban pensando en la subvención -que podía llegar a ser de dos millones de pesetas-, pero que en este caso la orientación no iba por ahí. El coste ascendía a cuatro millones de pesetas, una cantidad considerada moderada si se comparaba con otras producciones. Como referencia tenemos el dato de que un piso en el barrio de Arana costaba 300.000 pesetas y los mas céntricos se vendían a partir de 500.000 pesetas.

El productor anunció además que los niños coprotagonistas de la película serían vitorianos elegidos en unas pruebas a realizar entre los interesados en participar en el rodaje.

Dio su impresión positiva sobre la ciudad: “Vitoria es muy distinta al conocerla. Cuando se esta en ella todo cambia. Desde fuera uno piensa....”

La banda sonora fue encargada al famoso compositor otxandiotarra Carmelo Bernaola (1929-2002), que años después sería director del Conservatorio Jesús Guridi de Vitoria-Gasteiz (1981-1991). Es autor de centenares de composiciones, pero por su popularidad, es muy conocida su adaptación del himno del Athletic Club de Bilbao, originalmente compuesta por el maestro Feliciano Beobide, y también sus sintonías musicales creadas para televisión, entre ellas las utilizadas en la serie 'Verano Azul' y en el programa de debate 'La Clave'.

El director

Antonio Giménez Rico fue el designado para dirigir la película. Era su primera experiencia como director y contaba con un notable bagaje en la profesión al haber trabajado con anterioridad como ayudante de dirección en diez largometrajes.

A mediados de mayo realizó una visita a Vitoria-Gasteiz para conocer de primera mano los sitios donde se rodarían los exteriores. El Diario de Burgos le preguntó que había hecho en su estancia en nuestra ciudad, y respondió lo siguiente: “Recorrer Vitoria y vivir su ambiente. Verá usted: paseé por las calles, observe a las gentes, hice cola en los bares, escuche las conversaciones... Para la localización de exteriores, recorrí la zona gótica de Vitoria y los embalses de Álava, así como la playa de Gamarra”.

Respecto a la temática de la película vitoriana, que estaba enmarcada en el cine infantil, manifestaba: “En España, por desgracia es un cine que nace ya subdesarrollado: con muy pocos medios, con muy escaso presupuesto. Los productores no quieren arriesgar dinero. Lo primero que tiene que hacer este tipo de cine, a mi modo de ver, es entretener a los niños. No debe tener didacticismos fáciles, ni moralejas, ni mensajes machacones, Las ideas positivas han de ir volando por encima de la película. El director, por otra parte, debe conocer profundamente la mentalidad de los pequeños. De otra manera, el resultado no será otra cosa que un fracaso",

El 1 de agosto, entre las cuatro y seis de la tarde se procedió en el Hotel General Álava a la selección de los chavales que intervendrían en la película, en los papeles principales reservados a su edad. Hubo mas de doscientos candidatos haciendo cola, que pasaron el filtro ante el director Giménez Rico, que trataba de dar con los idóneos. Dijo a la prensa que buscaba a cuatro, con unas características determinadas: “Una chica de unos catorce años, con su vida en perspectiva; un chico de doce, seriecito, espíritu de juicio para descubrir lo que le rodea, inteligente, este será casi el protagonista; una niña de diez, rebelde y femenina; y un crio de cuatro o cinco años, con toda la gracia e ingenuidad que le permiten sus años.” Se añadió un niño mas para una escena rodada en el poblado gitano que entonces existía en Vitoria-Gasteiz.

Fueron elegidos: Ignacio Caudevilla, Blanca Martín, Rosario Barquín, Juan Manuel Arakama e Ignacio Maya. El primero era hijo del delegado en Álava de uno de los ministerios del gobierno del Estado.

Además de los citados, una gran cantidad de muchachos y muchachas, aparecen a lo largo de la cinta en diversas tomas.

Los niños protagonistas de la película / Iñaki Armentia

En cuanto a los actores profesionales encontramos a Carlos Muñoz, Lali Soldevilla, Charo Soriano y Ángel Ter, sobre los cuales no nos vamos a extender.

Niños de Vitoria participaron en la película como en esta escena del parque de Gamarra / Fotograma de 'Mañana de domingo'

Argumento y rodaje

La historia arranca una mañana de domingo en el chalet del doctor Vélez. De allí escapa su perro “Jai”, y tras él los niños de la casa, que salen en su búsqueda sin avisar a sus padres.

Cada uno de ellos por su lado, tratan de encontrarlo y atraparlo, husmeando en diversas calles y edificios, lo que da pie a que conozcan a variopintos personajes y observen como era la vida cotidiana de la ciudad.

El texto original del guión fue retocado por el director, sobre todo, el final de la cinta. No lo adelantamos por no hacer spoilers.

El rodaje comenzó el lunes 22 de agosto de 1966 y marcaba un hito para el actor Carlos Muñoz; ya era la película número 60 en la que intervenía.

El perro Jai en la peícula / Fotograma de 'Mañana de domingo'

El 24 de agosto se efectuó el rodaje de exteriores en el parque de Gamarra centrado principalmente en las piscinas del recinto. Duró unas cuatro horas. La productora invitó a través de los periódicos a que acudieran los niños que quisieran participar, haciendo un especial llamamiento a todos aquellos chavales y chavalas que habían tomado parte en su día en la selección de los pequeños artistas.

José María Sedano, en su habitual columna en el Pensamiento Alavés, “Se ve, se oye....y se cuenta”, relató un chascarrillo referido al rodaje que transcribimos íntegramente: "Resulta que los dirigentes de la cinta han recibido el ofrecimiento de una convecina, que ni corta ni perezosa les ha largado esta frase: “Si les hago falta para trabajar en la película me tienen a su disposición. Peso cien kilos y cien gramos, pero por si por exigencias del rodaje es necesario que adelgace, les prometo que perderé esos cien gramos". Auténtica y voluminosa anécdota”.

Las entidades que insuflaron el dinero para la realización del proyecto, influyeron para que a lo largo de la trama se mostraran en la cinta imágenes de los lugares mas emblemáticos de Vitoria y los alrededores. Entre otros, aparecen los siguientes parajes: unos pocos segundos del pueblo de Ullibarri-Ganboa y el embalse del mismo nombre; la zona industrial de Gamarra, en la que se ven las fachadas de las industrias Bético y Gairu, esta ultima desaparecida; las calles Dato, Manuel Iradier, Portal de Legutiano, Portal de Gamarra, Plaza de Carlos I, Plaza de la Virgen Blanca, Los Arquillos, Plaza del Matxete y Cantón de la Soledad; el parque de Gamarra, con el ambiente en las piscinas; un concierto de música en La Florida, etc.

Un minutaje bastante extenso -quizás excesivo- lo ocupa el interior de la fábrica de refrescos Kas, que entonces se situaba en la Plaza de Gamarra. Se dice que los Knörr, dueños del negocio, aportaron también su dinero a la película para que su marca apareciera.

Así se ve Vitoria en 'Mañana de domingo' (1966)

Una parte de los interiores, donde se refleja la vida familiar de los protagonistas, fueron rodados en el chalet de Félix Alfaro Fournier, de la calle Manuel Iradier, entonces en perfecto estado y que, como todos sabemos, hoy está en estado de ruina. Félix dirigía entonces la famosa fabrica de naipes Fournier, fundada por su abuelo Heraclio Fournier.

Otra parte se rodó en la Casa del Cordón, donde se escenifica una conferencia. El público que aparece en el evento fue reclutado entre los ciudadanos vitorianos que acudieron encantados al ser convocados con la condición de que rondaran los cincuenta años o superaran esta edad.

La Casa de los Alfaro / Iñaki Armentia

El 15 de septiembre a las doce y media de la mañana en el parque de La Florida se rodaron las ultimas escenas de la película, en las cuales aparece la banda municipal de música, con su director a la cabeza José María Ortiz de Landaluce.

El director de la película manifestaba que para esa jornada final había utilizado unicamente a personas de la ciudad: “Vinimos de Madrid sin ningún intérprete y se ofrecieron y se ofrecieron espontáneos. Nunca hubiese imaginado esta acogida para nuestra película. Los vitorianos son magníficos y muy atentos. No sé lo que hubiese sido de rodarse en otra parte”.

Por fin se había terminado el trabajo de campo y había satisfacción por el resultado obtenido y la colaboración prestada por la gente: “Estoy encantado con este publico vitoriano que ha sabido portarse tan bien con nosotros. Todo han sido atenciones aquí (por la Florida), en Gamarra, bueno en todas partes donde hemos rodado una escena. No creas que te lo digo por alabar a los vitorianos, no; no me gusta ser jabonero y digo la verdad. Por ejemplo había muchos señores sentados en un banco de estos de La Florida, leyendo tranquilamente el periódico, nosotros les pedíamos si por favor se podían apartar para rodar y enseguida muy gustosos accedían a nuestra petición”.

La pelicula tardó tiempo en poder visionarse ya que su estreno se produjo en Vitoria el 13 de mayo de 1967 en el Teatro Guridi que, como es de suponer, registró un lleno completo. El evento se incluyó dentro de los actos a celebrar con motivo de la inauguración de la exposición 'Conozca Álava' en el Museo Provincial del Paseo de Fray Francisco.

La presentación del filme corrió a cargo del actor Carlos Muñoz que dijo que la película no tenía grandes pretensiones y que se trataba principalmente de un film documental rodado en Vitoria con el que se había pretendido exaltar a la “moderna” capital alavesa.

Cartel / Mañana de domingo

La cinta fue proyectada como invitada en un certamen celebrado en Italia, concretamente en el Festival Mundial de la Juventud de Trieste y en 1967 fue declarada de “interés especial” junto con otras 27 cintas, entre ellas, 'Los chicos con las chicas' protagonizada por el grupo musical Los Bravos.

Ana Rosa López de Alda

Hemos hablado con Ana Rosa López de Alda Sáez -una niña entonces-, que intervino en el rodaje. Tenía 10 años, y vivía con sus padres en una casa del Alto de Armentia. Su edad ahora es de 65 años y vive en Tarragona.

Recuerda el contratiempo que sufrió tras la selección de niños y niñas realizada para ocupar los papeles principales: “Tras el casting que se hizo en hotel, estuve esperando por si llegaba la carta, en la que se suponía me designarían como una de las protagonistas, y la misiva no aparecía. Pasados unos días, me entere de que la carta si había llegado a casa y que en la misma se decía que se me adjudicaba uno de los papeles relevantes, pero mi padre ocultó la carta, porque no le gustaba que yo interviniera en la “peli”. Desesperada acudí al hotel, y allí el director me dijo que había sido sustituida por otra niña, pero que no me llevara tanto disgusto, que me reservaba un espacio para aparecer en alguna secuencia. Así fue: aparezco en una escena en el Parque de la Florida, jugando a policías y ladrones, siendo yo precisamente uno de estos últimos, ¡con pistola y todo!; ¡ah!, y con pantalones, que entonces era poco habitual en las niñas".

Ana Rosa López de Alda cuenta sus anécdotas en 'Mañana de Domingo'

09:08

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Dice que no se perdió prácticamente nada del rodaje: “En cuanto podía, me escapaba del colegio Rafael Santaolalla donde estudiaba, para no perderme ningún detalle. El día que se filmó en el quiosco de música de La Florida, me subí a un pedestal de esos que sostienen una copa de piedra, que esta a dos metros de altura, para de esa forma tener una visión mas amplia del rodaje. Apareció un guardia municipal y me extendió una multa por ello, que amablemente pagó la productora de la película.”

Ana Rosa López de Alda / Album familiar y fotograma de la película

Tiene palabras muy amables para los responsables del rodaje: “Como estaba todo el día metida en el “fregado”, ya era como una mas del equipo, y me acogieron con cariño. El actor Carlos Muñoz me paseaba por el centro de Vitoria como si fuera su hija, ¡no veas que subidón!, y me compraba caprichos, entre ellos los cómics que me gustaban”.

Por su parte un día el productor tuvo un bonito detalle con ella, entregándole un producto de belleza, que le hizo mucha ilusión, añadiendo esta bonita frase: “una barra de labios, es el primer regalo de la coquetería.”

El día del estreno del film en Vitoria, al que asistió, dice que se quedó sorprendida: “Por poco me da un “jamacuco”, al verme ocupando toda la pantalla del cine como las estrellas, pantalla que entonces era de grandes dimensiones.”

Ha visto en su casa la película muchas veces, ya que consiguió una copia digital en CD en la Fundación Sancho El Sabio de Vitoria: “Cuando ha pasado la escena en la que aparezco, me dicen los nietos que de marcha atrás que esa parte la quieren ver mas veces.”

Me dice que posiblemente los 'carrozones' vitorianos recordarán a dos personas de su familia: a su abuela Silvina Langarika, que tuvo a su cargo el Bar 70 de la calle Cuchillería, y a su abuelo Victorio López de Alda, que fue tratante de ganado.

Elena Santiago

Otra de las personas que intervino en la película fue Elena Santiago Díaz de Durana, que entones tenía 48 años. Fue la responsable de la biblioteca de la Caja de Ahorros Municipal situada en la calle Olaguibel, frente a la actual subdelegación del gobierno español, que disponía de 4.500 volúmenes. Allí se prestaban libros, se acudía a leerlos en el local o los estudiantes “empollaban” los textos de clase para preparar los exámenes. Elena daba consejos a los lectores e informaba de las últimas novedades adquiridas para el fondo. Se jubiló en ese empleo y falleció hace unos años.

La periodista Olga Cristina, cuando le entrevistó en su puesto de trabajo en 1967, la describió así: “Es una mujer encantadora, dulce, sencilla, que trata a los habituales lectores con un cariño casi maternal. Siempre está con la sonrisa en los labios.”

En el film hizo el papel de oyente en una conferencia escenificada en la Casa del Cordón de la calle Cuchillería. Aparece elegantemente vestida con traje y con una abanico que maneja con estilo, fingiendo perfectamente estar escuchando atentamente 'la chapa' inaguantable que suelta el orador. Como ya hemos dicho, otras personas que hacen el mismo papel llenan la sala de conferencias.

Su hijo Juan Ignacio Arce Santiago ha tenido la amabilidad de facilitarnos una fotografía de Elena, obtenida en el año 2000.

Jesús Moraza

Elena Santiago / Archivo familiar

Jesús Moraza Zárate, ha sido durante más de cincuenta años txistulari, que finalizó su carrera profesional en la banda de la Diputación Foral de Álava, en la que se jubiló como director. Aun ahora, cuando se presenta la ocasión, coge el txistu y el tamboril y sale a la calle, donde podemos verlo en muchos acontecimientos.

En el año 2018, le fue reconocida su trayectoria musical, mediante la concesión del Celedón de Oro, uno de los galardones más apreciados por los vitorianos.

Moraza estuvo presente en el rodaje de la película, como uno de los integrantes entonces de la Banda Municipal de Música. Era un jovencito, -el de menor edad del grupo-, por lo que posiblemente sea el único de aquella orquesta que continua entre nosotros.

Jesús Moraza junto al alcalde / Celedones de Oro

Recuerda algunos detalles interesantes de la escena filmada en el quiosco de La Florida, en la que aparece el perro Jai, enredando entre los músicos: “Nos convocaron a las nueve de la mañana y comenzamos a ensayar la partitura que había que interpretar.

El director de la película dispuso, que el suelo del quiosco se impregnara con un trozo de carne, para que el can siguiendo el rastro por el olor, caminara por el recorrido previsto entre los músicos.

El perro así lo hacía, pero cuando empezaba a oírse la música, escapaba como una centella y era imposible completar la escena. Así que hubo de cambiarse de táctica.

Giménez Rico le dijo al director de la banda Landaluce, que los músicos hicieran como que estaban tocando los instrumentos, pero que no se oyera ni una sola nota; de esa forma Jai no se asustaría. Ya se añadiría en el montaje el sonido, con la pieza correspondiente. Así se hizo, y se consiguió finalmente, que la escena fuera rodada sin dificultades.

Landaluce, que tenía un humor excelente, le dijo al director de la cinta: “No hará usted lo mismo con nosotros, simulando que nos quiere pagar y luego no recibimos nada.”

La película se puede ver completa pinchando aquí

Donde conseguir una copia digital en CD

Fundación Sancho El Sabio - Portal de Betoño Kalea, 23, VITORIA-GASTEIZ

 
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