Los bares despegan, pero el ocio nocturno sigue sin noticias

Lugo

La nueva realidad alivia, pero no por igual. La desescalada devuelve el ritmo, pero no al mismo compás para todos. Y si no que se lo pregunten a la hostelería, que mientras unos recuperan el vuelo, otros miran sin poder hacer nada. Sin duda, en la era post-Covid la hostelería diurna y nocturna son, más que nunca, como el día y la noche.

Desde la reapertura de terrazas, bares y restaurantes, los establecimientos lucenses recuperan el tiempo perdido. Muchos de ellos, como Pablo Romay, propietario de la mítica casa de las torillas: La taberna Daniel, prefiere ni pensar en los ceros perdidos. "Llevamos cinco meses cerrados, el confinamiento nos pilló con la reforma del local recién terminada".

Reconoce Romay sentirse hasta "nervioso" por la reapertura de su pequeño local. Los clientes ya tenían ganas, pues "por la calle me preguntaban mucho cuándo volveríamos". No es un paso fácil, pese a las ganas de regresar al trabajo, el Coronavirus ha obligado a activar todas las alarmas en la rutina laboral y social. "Hay que desinfectarlo todo, vigilar la distancia de seguridad..." y convertirlo, ahora, en un ritual.

Pero... ¿Y las copas? Por ahora toca esperar. Jorge Santos, propietario del pub Versus XL, asegura que la noche está completamente pausada y "sin saber qué hacer". Considera que en el ocio nocturno se pueden respetar las medida de seguirad controlando detalles fundamentales como el aforo, la temperatura de los que entren al local y proporcionando gel desinfectante. "Las pérdidas son enormes. Parece que el mundo de la noche es un mundo oscuro, un mundo raro... y no es así. Vivimos de la noche y queremos realizar nuestra actividad protegiendo y cuidando la salud de todos porque es compatible".

Por ahora en la Fase 3 la actividad nocturna no está contemplada. En vista de la inactividad por parte de las insituciones a la hora de dar respuestas,  varios de los hosteleros de la noche se reunirán en los próximos días para buscar alternativas y, como no, reinventarse para hacerse un hueco en la nueva realidad.