Sobre turismo y desigualdad
La opinión de Pomares

Tenerife
Ayer, Alemania levantó la recomendación de no viajar a todos los países de la UE, que dejará de ser efectiva dentro de diez días, a partir del 15 de junio. Los alemanes podrán desplazarse sin limitaciones por el territorio de la UE y espacio Schengen, con la única excepción de España, excluida de la lista de países autorizados no por razones sanitarias sino por el viejo mecanismo del ‘quid pro quo’. El Gobierno federal declaró ayer que la prohibición de viajar a España –que no tiene nada que ver con la enfermedad, sino con la cuarentena decretada por Sánchez a todo visitante de fuera- concluirá en el mismo instante en que España levante a su vez la cuarentena obligatoria prevista para los comunitarios.
Sorprende mucho que el Gobierno del país que más depende económicamente del Turismo en toda Europa (Italia tiene más turismo que España, pero su aportación a la economía nacional es menor que la española) haya actuado con tan poca cabeza en este asunto. Ayer, la ministra de Turismo intentaba aclarar que Alemania levantará sus restricciones cuando en España se deje de encerrar a los ciudadanos alemanes que lleguen, pero eso es ahora baladí: sinceramente, no creo que Alemania sea menos cauta o rigurosa con la seguridad de sus viajeros que España.
Lo que creo es que aquí se hacen las cosas según se le van ocurriendo a alguien. Y me parece que para el sector puede resultar muy dañino un hipotético retraso de la actividad hasta el uno de julio, fecha en la que Sánchez dijo que se levantaría la cuarentena obligatoria de los visitantes de fuera.




