Volar necesita menos controles
La seguridad es inseparable de la histeria, nos desnudamos en los aeropuertos porque un terrorista tuvo la idea de esconder un explosivo que ni siquiera estalló

"La línea roja" de Matías Vallés (05/06/20)
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Palma
Un viajero en avión no se asustaría hoy si otro pasajero introdujera ametralladoras y lanzagranadas en el aparato, como se ve en ‘Aterriza como puedas’.
Ahora bien, si el otro pasajero estornuda, se movilizaría el avión, la compañía aérea, el aeropuerto y el ministro de Sanidad.
Todas las medidas que puedan adoptarse en los aeropuertos se desvanecen, por cuanto las compañías aéreas han logrado que los aviones puedan volar llenos hasta los topes.
Por mucho que se alaben los mecanismos de renovación del aire en un avión, cuesta imaginar que una persona se metería hoy sin un montón de prevenciones en un tubo de muy reducidas dimensiones junto a más de un centenar de compañeros de viaje.
La seguridad es inseparable de la histeria, nos desnudamos en los aeropuertos porque un terrorista tuvo la idea de esconder un explosivo que ni siquiera estalló en la suela del zapato, y quisieron quitarnos la ensaimada para prevenir el champú bomba.
La evidencia de que ningún protocolo de control humano evita la concentración final en el avión, ofrece una gran oportunidad para aliviar las medidas que convierten el contacto con los aeropuertos en un ejercicio de ganadería intensiva.
Parecería lógico, lo cual implica que no ocurrirá.




