El piloto es el turista
Los expertos recomiendan una prueba seria en origen, para descartar a posibles contagiados antes de que su llegada a Balears sea irreversible, pero esta medida ni se planteó

"La línea roja" de Matías Vallés (11/06/20)
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Palma
La prueba más falible del coronavirus consiste en medir la temperatura de las personas.
Sin embargo, este superficial test térmico es la única prueba real a la que se someterán los once mil participantes en el experimento piloto a realizar en Balears con turistas alemanes.
Los expertos recomiendan una prueba seria en origen, para descartar a posibles contagiados antes de que su llegada a Balears sea irreversible, pero esta medida ni se planteó.
Se habló después de una prueba química al aterrizar en Mallorca, Menorca o Ibiza, que cuando menos preservaría a la población que no se encuentre en el aeropuerto.
Esta segunda hipótesis también se suprimió.
En la versión definitiva, no hay forma de averiguar si el turista está afectado por el coronavirus, más allá de un termómetro que deja fuera a un ochenta por ciento de enfermos asintomáticos según los estudios.
En estas condiciones el piloto es el turista, en lugar del Govern que en teoría ha puesto en marcha el experimento.
Es cierto que nadie se imagina a un alemán mintiendo en una declaración responsable, porque sufriría un bloqueo neuronal, pero un programa piloto sin pruebas no aprueba.




