El subcampeón olímpico Javier Bosma considera que San Juan-Muchavista es una playa ideal para el vóley playa

Alicante

Francisco Javier Bosma (Figueras, 1969) ha participado en tres Juegos Olímpicos. En los dos primeros -Atlanta 1996 y Sidney 2000- consiguió sendos quintos puestos y en Atenas 2004, en la cuna del olimpismo, se alzó junto con Pablo Herrera con el subcampeonato, solo fueron superados por la potente pareja brasileña.

Todo el conocimiento que adquirió durante su etapa de jugador de voleibol y posteriormente, en el vóley playa, lo vuelca en la actualidad con los jóvenes que entrenan en el Club Fabraquer del Campello.

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Tras pasar por la alta competición, que le ha permitido competir por todo el mundo, en esta nueva etapa formativa ha recalado en la playa de Muchavista, un lugar que considera ideal para la práctica de este deporte. 22 pistas que son utilizadas durante todo el año por todo tipo de jugadores.

En Forajidos, nos ha contado cómo comenzó a practicar el voleibol, casi por casualidad, y cómo la fragilidad de su rodilla derecha le llevó a la playa. Una disciplina diferente de la que se juega en pabellones deportivos y que obliga a tener una gran complicidad con el compañero.

Su maltrecha rodilla, que le ha hecho pasar por el quirófano en seis ocasiones y que le llevó a practicar la disciplina playera del voleibol, también motivó su retirada en 2006 cuando contaba con 37 años. Una lesión que le impidió que acudiera a sus cuartos Juegos Olímpicos, los de Pekín. De esta forma, el mejor jugador de vóley playa de España pasaba a unos banquillos que le provocan más nervios que la gran competición, afirma.

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El Club Fabraquer del Campello es una entidad joven, pero que ya cuenta con 17 equipos masculinos y femeninos de voleibol y vóley playa en los que juegan y se forman unos 200 jóvenes.