Foro Asturias se querella contra Álvarez-Cascos y lo expulsa del partido

Gijón

La guerra destada en Foro Asturias hace unos meses sigue escribiendo capítulos. El úiltimo es la expulsión de unos de sus fundadores, la que fuera principal figura de la formación, Francisco Álvarez-Cascos. La formación ha enviado esta tarde la notificación al ex presidente del Principado y hasta que se resuelva el expediente permanecerá suspendido de militancia.

Fuentes consultadas por la SER, señalan que todo se debe a los resultados de la auditoría encargada por el partido y que sentará a Cascos en un juzgado porque los servicios jurídicos del partido también han presentado una querella por "apropiación indebida y administración desleal" contra él. La querella contiene más de 40 folios a los que se añaden en torno a 50 de documentación.

Por ahora, Foro Asturias estima que el perjuicio económico generado asciende a más de millón y medio de euros aunque creen que la cifra podría variar ya que la auditoría no está cerrada. Solo tienen concretado el primer periodo correspondiente a 2012-2014. De la parte restante hasta el año 2019 tienen únicamente los datos premilinares que han sido aportados a la querella. Entre los gastos se encuentran los más de 450.000 euros de sueldo que percibió entre los años 2012 y 2014 o la sede que el partido poseía en Madrid, en pleno Paseo de la Castellana y por la que se pagaron 174.000 euros.

El partido también asegura que Cascos cobró los mítines de la primera campaña electoral como conferencias. En la auditoría figura una cantidad de 24.000 euros por este concepto. También hay gastos más comunes como 31 euros por un videojuego o 0.99 céntimos por una compra en la Apple Store. Sobre los salarios, si bien desde el partido explican que "están declarados a Hacienda, la Comisión Directiva no tenía conocimiento de ello". Además recuerdan que "los gastos personales suyos no eran por actividad".

El propio Cascos ya acusó a finales del pasado mes de mayo a la actual presidenta, Carmen Moriyón de "una operación de mala fe" y lo asociaba a la oficialidad del asturiano que pretende el PSOE. "Quieren que seamos el felpudo barato del PSOE y hay que liquidar a todos los que piensan diferente", denunciaba públicamente.