La terraza de una casa en Elda se hunde por una piscina hinchable

Elda

Efectivos del Parque de Bomberos del Vinalopó y de la Policía Local de Elda han acudido esta mañana, poco después de las seis y media, a la calle San Jaime, 14 de Elda, en la zona de la plaza del Matadero, alertados por el estruendo que ha ocasionado el hundimiento de la terraza de una vivienda en la que se había colocado una piscina hinchable.

Afortunadamente, el forjado que ha cedido estaba situado sobre la zona del comedor de la casa donde, a esa hora de la mañana, no se encontraba ninguna de las tres personas que había en la vivienda junto con dos perros aunque el equipo médico del SAMU, que se ha personado en el lugar del suceso, ha asistido a un joven de 17 años por una herida en una pierna y a un hombre de 37 años por crisis de ansiedad. Ambos afectados han sido dados de alta in situ.

Desde el cuerpo de bomberos y la policía insisten en el riesgo que se corre al colocar este tipo de piscinas hinchables llenas de agua sobre un tejado o terraza debido a la carga que se ejerce sobre estructuras que no siempre están preparadas para soportar tanto peso.

El jefe del parque comarcal de Bomberos de Elda, Amancio Guerrero ha explicado que se trataba de una piscina con unos 5.000 litros de agua.

Guerrero insiste en que la mayoría de los edificios de las casas no están preparadas para soportar este tipo de cargas por lo que aconseja que antes de una instalación de este tipo se hable con el constructor de la vivienda, si es reciente o con un técnico que realice un informe y dé el visto bueno.

El profesional insiste en que el incidente se ha producido a una hora donde no había nadie en la cocina ni comedor pero recuerda que, hace unos 20 años se produjo una misma situación en Huerta Nueva donde murió una niña de tres años.

El incidente no ha dañado la vivienda colindante, si bien se ha producido una grieta por el temblor no ha afectado a la estructura.

MÁS PROFESIONALES ALERTAN SOBRE EL USO INDEBIDO

También desde la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia, su director, Iván Cabrera alerta del uso inadecuado de estas piscinas que pueden provocar, si no en el momento, en un futuro, daños importantes en la estructura.