A Coruña disfruta de sardiñadas en un San Xoán insólito con las playas vacías
Pequeñas hogueras, fuegos artificiales y, sobre todo, las sardiñadas mantuvieron viva la celebración de la fiesta la gente
A Coruña
Los coruñeses disfrutaron de un San Xoán muy diferente al habitual, sin hogueras en las playas, pero con sardiñadas dispuestas por la ciudad para dar la bienvenida al verano con el menú de siempre, aunque de forma insólita.
No hay San Xoán sin sardina. Lo tienen claro los asistentes a las diferentes parrilladas que han animado distintos barrios coruñeses como el de Los Rosales, donde ya por la mañana parcelaban la Plaza Elíptica para poder disfrutar de sus cenas manteniendo las distancias de seguridad.
Pese a la débil lluvia de la tarde, muchas personas prepararon sus asadores en zonas como Eirís, Matogrande y Novo Mesoiro, además de algunos locales de hostelería repartidos por la ciudad como en la Gaiteira, Monelos, Ronda de Outeiro o San Andrés.
En algunos lugares sí hubo pequeñas hogueras y también fuegos artificiales en zonas como A Cubela, A Zapateira, Os Mallos o Feáns.
Particulares y dueños de establecimientos hosteleros han tenido que pedir permiso al Ayuntamiento de A Coruña para realizar sus barbacoas en espacios públicos mediante una declaración responsable.
En torno a unos 300 interesados -según datos facilitados por el Gobierno local- han sido los solicitantes de esta autorización que han tenido que cursar con más de 24 horas de antelación.
Sin embargo, hosteleros de otras zonas como las calles San Juan, San José y Orillamar, que habitualmente celebraban esta fiesta por todo lo alto, han decidido no hacer sardiñadas y churrascadas para evitar aglomeraciones.
El coronavirus ha marcado este San Xoán histórico, en el que la alcaldesa, Inés Rey, hizo un llamamiento a toda la ciudadanía para que actúen con "responsabilidad" atendiendo al cumplimiento de todas las normas sanitarias con el fin de evitar contagios.
Dispositivo
Para ello,organizaron dos dispositivos especiales de emergencias, formados por más de dos centenares de personas que se aseguran de que nadie entrase a las playas -que permanecieron precintadas- y que se cumpliesen en toda la ciudad las medidas establecidas por la Xunta de Galicia en cuanto a la prevención para hacer frente a la crisis sanitaria.
Las hogueras que han hecho de este evento -habitualmente masificado- una fiesta de interés turístico internacional no han teñido esta vez la costa de naranja en una "noite meiga" que tiene lugar en los barrios con reuniones de grupos menos numerosos que otros años.
La sardina desafía a la pandemia
Sin embargo, no puede haber en la ciudad herculina un 23 de junio sin sardinas asadas, por lo que el trasiego de personas por pescaderías y mercados de abastos ha sido notable por la mañana.
El mercado de la plaza de Lugo, en A Coruña, es uno de los más concurridos en esta jornada, con artículos recién llegados del mar, donde no faltó el pez estrella del San Juan.
"Durante toda la mañana hubo bastantes ventas a los clientes habituales, pero falló mucha gente al no poder celebrarlo en las playas", cuenta a Efe la pescadera Chus Canicova, que ha despachado toda la sardina grande "por encargo".
Las de gran tamaño son las "preferidas" y las "mejores" para asar, indica desde un puesto próximo Paqui Martínez, que vende este pez a 15 euros el kilo, una subida considerable respecto al resto del año, pero no exagerada para tratarse de San Xoán, pues "hace dos años estaba a 18 euros", recuerda.
Con las compras hechas y las barbacoas prendidas, los coruñeses han hecho valer un año más el viejo refrán que reza "Por San Juan, la sardina moja el pan" y han continuado una fiesta, más que nunca, inolvidable.