El presidente del Principado desvincula el posible final del hospital de campaña de la celebración de la FIDMA
Adrián Barbón recuerda que sus porganizadores tienen que presentar un plan de contingencia que "examinaremos, diremos que se puede aceptar o no y luego ellos decidirán si quieren celebrarla"
El presidente del Principado, Adrián Barbón, durante el Consejo de Gobierno. / Armando Álvarez
Gijón
El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha advertido de que la posibilidad de que se tome la decisión de desmontar el hospital de campaña habilitado en el recinto ferial Luis Adaro de Gijón "no significa que se autorice la Feria de Muestras" prevista para el próximo de agosto y a la que acuden cada año más de 700.000 personas.
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En rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, Barbón ha reiterado que hasta que esta semana no se elabore un plan de contingencia sobre camas de hospitalización y de UCI disponibles por parte del Servicio de Salud del Principado (Sespa) no se tomará una decisión sobre el futuro del equipamiento sanitario habilitado con 144 camas.
Esa decisión, ha subrayado, se adoptará "desde la perspectiva de la salud pública" y, a partir de ahí, deberán ser los organizadores de la FIDMA -la Cámara de Comercio de Gijón- quien decida "si lo quieren hacer o no" cumpliendo lo previsto en el decreto de la nueva normalidad que distingue entre actividades de riesgo alto, medio y bajo.
En cualquier caso los organizadores de cualquier tipo de eventos, incluida la Feria de Muestras, deberán presentar un plan de contingencia sobre su desarrollo que será evaluada por el denominado comité de desescalada que el Principado constituyó junto a la Delegación del Gobierno y la Federación Asturiana de Concejos y que seguirá activo en los próximos meses.
De esta forma serán las tres administraciones las que evalúen el riesgo de esas actividades y adoptarán "medidas claras y rotundas" para evitar el riesgo de rebrotes, ha apuntado tras poner como ejemplo que Laviana, municipio del que fue alcalde, ya se tomó la decisión "con profundo dolor" de suspender su principal actividad lúdica del verano, el Descenso Folclórico del Nalón.
El centro sanitario ubicado en el recinto ferial se levantó en el momento más álgido de la pandemia del coronavirus en el Principado sin que tuviera que ser utilizado al no haberse visto desbordados en su capacidad asistencial los hospitales de la región. El hospital de campaña, con 144 camas disponibles destinadas a pacientes de COVID-19 con síntomas leves que precisasen de aislamiento y cuidados en caso que se incrementen los ingresos hospitalarios supuso un coste de 450.000 euros.
