La estación de autobuses: el Ayuntamiento llega tarde

Alicante

La provisionalidad es uno de los grandes problemas de esta ciudad. Cuando la estación de autobuses se instaló en 2006 de forma provisional en terrenos de la Autoridad Portuaria, toda la ciudad entendimos que no iba a haber cambios durante mucho tiempo. Y así ha sido. Lo que desconocíamos, e incluyo a todos los alicantinos, no al consistorio, es que esta ubicación tenía fecha de caducidad, agotadas las sucesivas prórrogas, el 30 de junio de 2020.

Si de esta situación era conocedor el alcalde Barcala, se vuelve a poner de manifiesto como el grupo municipal llega tarde, como llegó a la elaboración del nuevo contrato del transporte urbano o como parece que llegará a la revisión de la contrata de basuras.

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Ayer, el asunto estalló en el pleno entre reproches y amenazas a una administración en cuyo Consejo de Administración se sienta el propio Barcala, quien por su profesión, abogado, puede entender mejor que nadie que si la ley impide las prorrogas, no se pueden hacer más prorrogas, habrá que negociar -con tiempo- una nueva concesión.

Este Ayuntamiento muestra una notable querencia hacia el conflicto con administraciones de distinto color político, cuando lo lógico es que el alcalde levante el teléfono y con el presidente de la Autoridad Portuaria dejen encaminado el acuerdo.