Política de la normalidad de siempre

Jerez de la Frontera

Los que pensaban que la pandemia podría a unir a los partidos políticos en la tarea común de buscar salida a la crisis sanitaria, económica y social- al menos en las cuestiones esenciales-, hace semanas cayeron del guindo. A decir verdad, muchos nunca tuvimos demasiada confianza, porque la dinámica propia de la pugna política difiere más de lo que nos gustaría del razonamiento del ciudadano medio sobre la gestión de la cosa pública. Y ello, no solo en el Gobierno de España, igual si cabe en Autonomías y Ayuntamientos. Después de un aparente consenso del Pleno Municipal días atrás, volvemos a tirarnos los trastos, unas veces para patrimonializar quienes son los que han hecho más en favor de los ciudadanos más vulnerables, otras para sacar las vergüenzas del adversario porque no estuvo a la altura; por supuesto, aprovechar para pedir fondos a una administración- la que no es de mi color-, y olvidarnos de la de mi tribu, no vaya a ser que se enfade el de arriba; tirarnos a la cara la tarjeta monedero, los planes de empleo o el dispositivo municipal durante la pandemia -el más fotografiado de la historia, no fuera a ser que los jerezanos no se enteraran de que el ayuntamiento estaba a las duras, que las maduras ya hace tiempo nos abandonaron-; en fin, todo un pequeño dislate, lo de siempre; a este hemisferio de la vida social no ha llegado normalidad distinta de la anterior.