La COVID, el derrotismo y los rastreadores
Otra cosa que hemos aprendido es cómo crece una pandemia partiendo de un bajo número de contagios
La Columna de Carlos Arcaya: "La COVID, el derrotismo y los rastreadores"
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Alicante
Los rebrotes en España y en Europa y la pandemia que da pasos de gigante en otros continentes, a lo que se unen otros factores locales -como la mala marcha de la campaña turística- están generando una especie de nerviosismo estructural.
Y no podemos caer en la tentación del derrotismo, al que somos muy dados. Claro que hemos aprendido mucho de la pandemia; la mayoría de la ciudadanía muestra una concienciación y un civismo sobresaliente; convive con el riesgo, como siempre hemos hecho, pero ahora haciendo frente a una nueva amenaza microscópica.
Además, como sociedad estamos mejor preparados, pero, obviamente, y esa es la mala noticia, la parte negativa de la llamada 'nueva normalidad', es que todo lo anterior es insuficiente, ya que otra cosa que hemos aprendido es cómo crece una pandemia partiendo de un bajo número de contagios.
Adaptando la famosa frase, podemos decir que "son las matemáticas, estúpidos". De ello, a los jóvenes que se creen invulnerables se les puede convencer con la pedagogía y luego, con el palo. Aparte de que todos ellos se van a curar con el paso del tiempo. Al resto, a los que viven por encima del bien ajeno (empezando por los empresarios agrícolas de otras provincias, para no faltar a nadie cercano), a los negacionistas o a los conspiranoicos, habrá que ponerles rastreadores.
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