Nordic walking: mucho más que caminar
Con Patricia Ripoll al frente, los Walkers de Montemar han comenzado a dar sus primeros pasos de marcha nórdica
A diferencia de la marcha normal, donde solo entran en acción las piernas, el nordic walking implica, además, el tren superior del cuerpo: torso, brazos y cuello. Un walker solo necesita un par de bastones para mover el 90 % de sus músculos
Patricia Ripoll, profesora de nordic walking, en Hoy por Hoy Alicante
15:22
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Alicante
En los años 30 del siglo XX, los esquiadores de fondo finlandeses dieron con la fórmula para entrenar y mantener su forma física más allá de la temporada de nieves: caminar con sus bastones durante el resto del año.
Aun tendrían que pasar más de 60 años hasta que, en 1997, la marca de material deportivo Exel Oyj fabricara los primeros bastones diseñados exclusivamente para la marcha nórdica y el concepto del nordic walking se convirtiera en un auténtico deporte.
En 2000, Exel fundó la International Nordic Walking Association (INWA), una nueva modalidad de fitness que arrasaba en Centroeuropa y que en 2005 se habría paso en España desde L'Alfas del Pi (Alicante), donde la colonia alemana comenzó a impartir los primeros cursos. «En 2007, aproximadamente ocho millones de personas de todo el mundo practicaban elnordic walking» (Svensson, 2009).
Con Patricia Ripoll al frente, aquí, en la ciudad de Alicante, los Walkers de Montemar ya han comenzado a dar sus primeros pasos en el universo de la marcha nórdica bastones en mano y espalda bien erguida, «uno de los pilares del nordic walking». Con su genial sentido del humor, Patricia lo llama «porte regio».
Mucho más que caminar
«El nordic walking se compone tres factores: caminar + bastones + técnica», cuenta Patricia. A diferencia de la marcha normal, donde solo entran en acción las piernas, el nordic walking implica, además, el tren superior del cuerpo: torso, brazos y cuello. Si Arquímedes hubiera movido el mundo con un punto de apoyo, un walker solo necesita un par de bastones para mover el 90 % de sus músculos.
Aviso a novatos: no sirve cualquier bastón, como los de esquí o los de trecking. Para que cumplan con su misión -guiar, apoyar y amortiguar-, los bastones, «la extensión de nuestros brazos», deben estar diseñados especialmente para la práctica del nordic walking. Solo con ellos lograremos alinear correctamente la columna vertebraly desarrollar la amplitud de brazos o la rotación de hombros y cadera perfecta.
Para convertirnos en auténticos walkers, Patricia ha apostado por la técnica ALFA: A (andar derecho) L (brazos largos) F (formar un triángulo con el bastón) A (adecuar del paso), una técnica muy sencilla y fundamentada científicamente.
El impacto de la marcha nórdica en la salud
Durante la marcha nórdica la sobrecarga muscular es mucho menor que en el running, se relaja la tensión de nuca y cervicales, aumenta el suministro de oxígeno, se reducen los niveles de estrés y se refuerza nuestro sistema inmunológico.
Son muchos los estudios, como el publicado en 2013 en la revista científica American Journal of Preventive Medicine*, que demuestran el impacto positivo a corto y largo plazo del nordic walking sobre la fuerza muscular, el sistema cardiovascular, la coordinación y la movilidad incluso en personas con diferentes patologías previas.
Un deporte suave, que podemos practicar a cualquier edad, en grupo, en pareja o en solitario, en la playa, en la montaña, en el campo o, incluso, en el asfalto, para el que solo es necesario un par de bastones de nordic walking y una buena dosis de espíritu walker, como el de Patricia Ripoll (teléfono: 675 87 57 67, correo-e: walkersmontemar@gmail.com).