Recuperado un octavo casco celtíbero del yacimiento expoliado de Arátikos
Ha sido depositado en el Museo de Zaragoza y se suma a los otros siete, que fueron entregados a España en 2019. Va a ser sometido a una restauración y será presentado el próximo mes de septiembre
Zaragoza
El Museo de Zaragoza ha recibido un nuevo casco celtíbero de los expoliados en los años 80 del yacimiento de Aratis (o Arátikos) en Aranda de Moncayo (Zaragoza), con lo que ya cuenta con ocho en sus instalaciones y será presentado el próximo mes de septiembre, una vez finalizados los trabajos de restauración. Se suma a los siete anteriores,que estaban depositados en Niza (Francia).
La pieza ha sido entregada por Christian Levett, propietario del Museo de Arte Clásico de Mougins (Francia), quien lo ha recuperado con la única intención de entregarlo a las autoridades españolas, informan el Gobierno de Aragón y la Delegación del Gobierno en una nota de prensa.
La operación ha sido coordinada desde el Ministerio de Cultura y Deporte junto al Gobierno de Aragón, con la colaboración también de la Embajada de España en París.
En el acto de entrega de los siete cascos anteriores que se produjo el pasado mes de diciembre en la sede de la Unesco en París, el coleccionista Christian Levett explicó que, además de los siete cascos que entregaba en ese momento, adquirió en 2010 un octavo casco, del cual se había visto obligado a desprenderse posteriormente, pero sobre el cual creía que podría averiguar su paradero actual.
Meses más tarde, ya en plena pandemia, Levett comunicó que había localizado la pieza y que iba a tratar de recuperarla con la única intención de entregarla sin contraprestación alguna al Gobierno de España.
Finalmente, el pasado 21 de julio, la directora del Museo de Arte Clásico de Mougins informó que la pieza había sido encontrada, adquirida en el mercado internacional y depositada en el centro, quedando a disposición del Gobierno español para que fuera repatriada cuando así se considerase oportuno.
Al día siguiente, el Ministerio de Cultura y Deporte aceptó el ofrecimiento e inició las gestiones para la organización del transporte. Fruto de este trabajo, en apenas ocho días se han podido realizar todas las gestiones y, en un tiempo récord, el casco ha llegado hasta el Museo de Zaragoza, donde se unirá a los siete que allí están depositados desde el mes de diciembre.
Durante estos meses, el Museo está reorganizando sus fondos expositivos, de manera que pueda mostrar al público estos cascos expoliados de Aranda de Moncayo, al que ahora se une otro más.
Unas piezas excepcionales
La incorporación de estos cascos supone un enriquecimiento patrimonial inestimable para el Museo de Zaragoza y para Aragón, ya que el espacio, de titularidad estatal y gestión autonómica, ve incrementada su colección con unas piezas excepcionales que sirven como instrumento para explicar la sociedad celtíbera, muy militarizada a partir de finales del siglo IV a. C. A su vez, son una muestra singular de los gustos estéticos y la tecnología desarrollada por ese pueblo prerromano.
Los ocho cascos devueltos a España proceden de la ciudad celtíbera de Arátikos, ubicada en la Comarca del Aranda y erigida en la Edad del Hierro entre los años 4.000 y 800 antes de Cristo, y que fue posteriormente destruida por el ejército de Roma entre los años 74 a 72 antes de Cristo, con motivo de las Guerras Sertorianas que acabaron también con Numancia. Este asentamiento se situaba en el llamado Cerro de Castejón, sobre la localidad de Aranda del Moncayo, en Zaragoza.
Yacimiento expoliado y condena
Desde finales de los años 80 y principios de los 90 del siglo XX, la necrópolis fue expoliada de manera sistemática por dos vecinos que llegaron a reunir una extraordinaria colección de piezas metálicas celtíberas correspondientes a la edad del Hierro.
Entre los hallazgos se encontraban restos y fragmentos de un lote de cascos celtíberos de factura hispano-calcídica que fueron exportados ilegalmente al extranjero por los autores del expolio con la colaboración de un anticuario español, residente en Suiza. Los cascos se vendieron en el mercado internacional.
Las investigaciones continuaron que finalmente culminaron en marzo de 2013 en la Operación Helmet I, con la detención de uno de los autores del expolio y la intervención en su domicilio de 4.000 piezas arqueológicas. Cinco meses más tarde se cerraba la Operación Helmet II, que detuvo al segundo autor del expolio, y logró la incautación de 2.000 piezas arqueológicas más.
Los dos detenidos fueron condenados en julio de 2018 por la Audiencia Provincial de Zaragoza a penas de cárcel y multas, así como a la entrega y adjudicación al Estado Español y a la Comunidad Autónoma de Aragón de todos los bienes arqueológicos intervenidos.
Dicha sentencia ha sido ratificada a finales de junio de 2020, por la Sala II del Tribunal Supremo, señalando el Alto Tribunal que la destrucción del contexto arqueológico del yacimiento, ha impedido que los especialistas conocieran datos fundamentales que podrían haber modificado la información y conocimiento de los pueblos prerromanos de la Península Ibérica.