El Govern se desentiende de la maraña de papeleo para las ayudas extra al alquiler

Palma

El Govern se desentiende de la maraña de papeleo necesaria para obtener las ayudas extraordinarias al alquiler para afectados por la covid-19. Un proceso que sólo se puede hacer de forma telemática y que exige la presentación de documentos como un registro de titularidades, que sólo se puede obtener bajo pago en el registro civil. Apenas se han presentado 1.000 solicitudes de ayuda, por lo que se ha prorrogado el plazo durante todo el mes de agosto. La Conselleria de Vivienda se lava las manos y considera que los trámites no son tan complicados, aunque la realidad es que dejan fuera de lista a quienes no tengan un ordenador, internet y unos conocimientos básicos de ofimática.

El abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Víctor Cornell, considera que se ha hecho poca publicidad de estas ayudas y cree que los servicios sociales deberían poder informar de la línea de subvenciones a los posibles demandantes. Cornell subraya que los trámites son farragosos y no pueden ser completados por una persona que no tenga conocimientos informáticos. Constata que se pide más documentación incluso que para las ayudas ordinarias y advierte de que, si falta cualquier documento, no hay posibilidad de enmendar el error. La ayuda es directamente denegada.

El abogado, que lleva semanas gestionando solicitudes entre los usuarios de la PAH, pide la apertura de una oficina que informe de este tipo de asuntos. Acusa al Govern de no estar suficientemente concienciado sobre el problema habitacional que existe en las islas. 

Y mientras desde el Govern se lavan las manos sobre este asunto. El director general de Vivienda, Eduardo Robsy, afirma que los trámites son únicamente telemáticos por el perfil de los demandantes de la ayuda, que es complementaria a la ordinaria. Explica que no hay posibilidad de enmendar fallos en la presentación de la documentación porque si no, el pago se retrasaría al año que viene. 

Por cierto, que Robsy se ha referido a los brotes de coronavirus surgidos en viviendas en las que sus ocupantes viven en condiciones de hacinamiento. Reconoce que todas las viviendas del Ibavi están ocupadas y actualmente no tienen capacidad para actuar.