La utopía del Cerro del Moro

Cádiz

En 1987 Cádiz era muy diferente de como es ahora. En el casco antiguo muchísimos vecinos compartían cuartos de baño en partiditos. Familias enteras de seis o siete miembros vivían en pisos de apenas 40 metros cuadrados en el otro lado de la ciudad, en la barriada de La Paz o en el Cerro del Moro. Este último barrio sufría, además, el veneno de la droga, que se coló en la vida de tantos jóvenes, que se llevó por delante.

Aquel año la ciudad vivió el duelo entre dos comparsas, A fuego vivo y Con gancho. 1987 fue un año en el que Cádiz aprendió que hay sueños que se cumplen. El equipo cadista quedó colista en la liga, pero una liguilla auspiciada por el entonces presidente del Cádiz, Manuel Irigoyen, terminó manteniendo al equipo en primera. Y, a la siguiente temporada, la 87/88, la mejor clasificación de su historia.

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Y en este contexto, Cádiz no solo sufría por el fútbol. Sufría para soportar los envites de una economía en crisis: reconversión, paro, astilleros en lucha... En ese momento, una empresa auxiliar que trabajaba para ese decadente sector naval, Talleres Faro, fue comprada por unos nuevos dueños que en el verano de 1987 dieron la gran espantada. Dejaron en la calle a todos los trabajadores sin pagarles los últimos salarios.

Esta historia pudo acabar ahí. Pero quien era presidente del comité de empresa, Enrique Blanco, no era un hombre de rendirse. Él y todos los demás lucharon por aquellos talleres hasta salvarlos. Y aprendió de esa lucha que cuando se batalla de verdad se consiguen las cosas. Así que creó una asociación de vecinos en el Cerro del Moro. Para que esos pisos de menos de 40 metros cuadrados cayeran y se hicieran otros, para que su barrio se alejara de las drogas y otras amenazas, para que aquellas calles cobraran una nueva vida.

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Enrique Blanco no estaba solo. Con él siempre, igual de batalladora, su mujer Carmen Natividad. Enrique ya no puede contar su historia. Murió en enero de 2020. Sus últimos años los pasó en casa en otra lucha, contra la esclerosis. Carmen ha contado en Radio Cádiz la historia de su barrio, que es una historia de dignidad. Ellos pensaron que Cádiz podía ser mejor de lo que era. E hicieron algo mucho mejor que pensarlo. Lo demostraron.

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Aquella lucha contó con el apoyo de la prensa gaditana, de periodistas que acompañaron a los vecinos para amplificar sus reivindicaciones. Uno de ellos fue Antonio Yélamo, actual director regional de la SER en Andalucía.

La historia del Cerro del Moro, la vida de Enrique Blanco y Carmen Natividad, es un ejemplo de lucha vecinal. La que es tan fuerte e intensa que es capaz de transformar ciudades enteras.