El agua bendita del Pocito, el cojo y el caimán: historias y leyendas del Santuario de la Fuensanta
Qué ocurrió de verdad y qué hay de leyenda en las muchas historias que rodean al santuario que acoge a la copatrona de Córdoba y que este año, por culpa del Covid, se ha quedado sin celebrar su tradiciónal Velá

Hoy por Hoy Córdoba. Sección de Historia: El agua bendida del Pocito, el cojo y el caimán: historias y leyendas del Santuario de la Fuensanta
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Córdoba
El Santuario de la Fuensanta y su entorno es el escenario de algunas de las leyendas más conocidas de Córdoba: la del cojo y el caimán, entre otras. Pero antes de llegar a ella, en Hoy por Hoy Córdoba, y con la ayuda del historiador Manuel García Parody, hemos conocido los orígenes de esta ermita que se remonta a principios del siglo XV.
El agua bendita del Pocito
Como en otras muchas apariciones marianas, el protagonista de esta historia fue una persona de origen humilde, en este caso un cardador, de nombre Gonzalo García, cuya mujer e hija estaban gravemente enfermas. Caminaba Gonzalo por las afueras de Córdoba cuando se le apareció la Virgen María, acompañada de los mártires Acisclo y Victoria, para decirle que probara los poderes curativos "del agua que manaba de una higuera situada donde ahora se encuentra el Pocito", nos cuenta Parody.

El historiador Manuel García Parody en el estudio de Radio Córdoba / Cadena SER

El historiador Manuel García Parody en el estudio de Radio Córdoba / Cadena SER
Años más tarde, una talla de la Virgen apareció en el interior del tronco de la higuera situada junto al milagroso pozo. "La historia dice que la imagen fue ocultada allí para evitar que cayese en manos de los musulmanes, pero se ha comprobado que la talla corresponde al siglo XV, por lo que no esta historia no resiste la más mínima crítica histórica", según nuestro historiador.
El cojo, el caimán y la costilla de una ballena
Menos rigor histórico aún encontramos en la leyenda que cuenta el origen del caimán embalsamado que adorna una de las paredes del patio interior del santuario. Durante generaciones ha circulado la historia de que "el animal llegó nadando rio arriba desde la desembocadura del Guadalquivir tras cruzar el Atlántico". Y que fue un cojo el que se presentó voluntario para matar al animal que tenía atemorizados a los cordobeses. Hazaña que lograría "con la ayuda de su muleta tras lanzarle un gran trozo de pan". Aunque otra leyenda, recuerda Parody, apunta a que fue"un reo condenado a muerte el que acabó con la vida del caimán a cambio de redimir su condena".
Sin embargo, según Parody, todo indica que el animal ya llegó embalsamado a Córdoba como un exvoto, un regalo, ofrecido a la Virgen de la Fuensanta por algún devoto llegado de tierras americanas, junto con la costilla de una ballena que también podemos contemplar en el Santuario.




