La calle Maluquer, entre la reforma social y urbana

Valencia

La distribución formal y regular del ensanche de Colón, el primero en ser proyectado y ejecutado, que fue ampliado posteriormente hasta la Gran Vía y luego hasta el Camino de Tránsitos, contrasta con su homólogo al otro lado de las vías, redactado más tarde, y cuyo trazado estuvo condicionado por los viejos caminos preexistentes, sobre todo los de San Vicente, Jesús y el antiguo del cementerio – actual calle de Cuenca-. Francisco Mora, autor del proyecto, intentó adaptar las manzanas regulares achaflanadas y la trama de calles paralelas y perpendiculares a la Gran Vía y al Camino de Tránsitos, a la singular fisionomía de la zona, surgiendo así una amalgama de alineaciones y volúmenes irregulares.

Ocupando íntegramente una de estas manzanas del ensanche de la Roqueta, entre las calles nº 18 y nº 19 del plano de Mora, la Caja de Previsión Social del Reino de Valencia construyó un bloque de 378 viviendas que pronto se convirtió en el referente urbano y en todo un icono del barrio. Situada entre los caminos de Jesús y viejo de Picassent, las otras dos calles que flanqueaban las fachadas norte y sur de la conocida como Finca Roja fueron rotuladas a petición de la propia promotora con los nombres de dos apóstoles de la previsión social en España. Al norte la calle nº 18, como vimos la semana pasada, fue dedicada a José Marvá, mientras que la calle nº 19, al sur, fue dedicada al jurisconsulto José Maluquer y Salvador (Granollers, 1863- Barcelona, 1931).

Considerado el constructor, creador, organizador y apologista del Régimen de Previsión en España, José Maluquer es el fundador del Instituto Nacional de Previsión, columna vertebral de todo el sistema de previsión social en nuestro país desde su aparición hasta 1978, que se transformaría en el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Maluquer perteneció a una saga de abogados y políticos liberales catalanes y siguiendo los pasos familiares se doctoró en Derecho especializándose en el sector de los seguros. Durante el primer cuarto del siglo XX se dedicó a divulgar por todo el país las bondades y necesidades de la previsión social bajo uno de sus más conocidos postulados: “El seguro es la fórmula matemática de la solidaridad humana”. Y a esta solidaridad dedicó su vida entera y de ella nació el 27 de febrero de 1908 el INP, y tras este, las leyes de retiro obrero obligatorio, el seguro de maternidad, el seguro de vida el seguro contra el paro forzoso, el seguro infantil o dotal, el seguro de accidentes, etc. Maluquer, como gran reformador social que fue, tuvo siempre muy claro que la previsión social contribuiría a facilitar la integración, la paz y la armonía social, como así afirmó en numerosos congresos y conferencias, como la que impartió en Valencia durante el Congreso de Ciencias Sociales celebrado en 1909 con ocasión de la Exposición Regional.

La artística placa que rotula la calle de Maluquer, junto a la de Marvá, fue descubierta con gran solemnidad el día 8 de enero de 1936, con la curiosidad de que es la única lápida callejera inaugurada durante la República que ha llegado a nuestros días con el texto en valenciano: Carrer de Maluquer, tal y como se puede comprobar a pie de calle, aunque inicialmente estuviese en castellano, como prueba la foto que acompaña este texto, conservada en el archivo histórico municipal. En cualquier caso, un recuerdo digno, a una figura inigualable, como reza la placa: “Su vida dedicada desde los albores de su juventud a la ciencia actuarial culminó en la creación del instituto nacional de previsión al que llevó sus maravillosas dotes de ponderación, justicia, amor y medida”.