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Patricio y Basilio

Genial fotografia obra del desaparecido Fernando Peñalosa, el fotógrafo de las pequeñas cosas, que reune a dos protagonistas de la escena segoviana a finales del Siglo XX

Patricio echa una moneda a Basilio en la Calle Real / FERNANDO PEÑALOSA

Segovia

Hoy nos vamos a permitir una licencia, la foto no es de Juan Martín “Chas”, pero él la tiene guardada como oro en paño. El autor del “fotón” de hoy es Fernando Peñalosa, el reportero gráfico de “El Adelantado” durante décadas y que falleció el 23 de agosto de 2009 a los 63 años de edad.

La foto refleja y resume lo que es su trabajo, el fotógrafo de las pequeñas cosas. De las personas, y en la imagen de hoy queda perfectamente reflejado. Un fotógrafo que se pasaba el día con el bolsón a cuestas de una convocatoria a otra. Ahora al teatro, luego al fútbol, regresa al periódico a revelar y editar. Sí jóvenes, sí, antes no había cámaras digitales ni ordenadores con el “Photoshop” y Fernando desplegaba sus artes en la cámara oscura y en el laboratorio de luz roja. Pero él nunca perdía la oportunidad de poner el ojo en esas cosas sencillas y en personajes que nunca estarán en la portada del diario, poblado mayoritariamente de peces gordos con corbata.

Fernando Peñalosa en acción, con su cámara de fotos y su característico chaleco en el Torneo de tenis de El Espinar

Fernando Peñalosa en acción, con su cámara de fotos y su característico chaleco en el Torneo de tenis de El Espinar / JUAN MARTIN

Podemos hablar también de su bondad, de su generosidad y cercanía con todo el mundo. Los que tuvimos la suerte de pasar un rato con él lo sabemos, y los que lidiaron mil batallas con Peñalosa, lo certifican, y Chas es uno de ellos.

Coli, como le llamaban a Peñalosa los cercanos, pone el ojo en un instante mágico que sucede en la Calle Real. Patricio echando una moneda a Basilio. Difícil de superar y captar la sensibilidad de dos personajes de las calles segovianas.

Patricio retratado en 1987 en la Plaza de las Sirenas para el libro "...y a ti te encontré en la calle"

Patricio retratado en 1987 en la Plaza de las Sirenas para el libro "...y a ti te encontré en la calle" / POTOTO

Patricio actúa en la imagen igual que cuentan en el evangelio de Lucas en la ofrenda de la viuda pobre, en la que una viuda pobre da limosna en el templo, frente a los ricos que también hacian sus aportaciones mucho más generosas. No se percibe que Patricio sea adinerado, y que le sobre la riqueza, pero no duda en ayudar a Basilio con unas monedas. Y como explica después Jesucristo, la viuda pobre dio más que todos los ricos, porque estos dieron lo que les sobraba, pero la anciana era pobre dio todo lo que tenía. Patricio se descubre en ese gesto que capta Peñalosa.

Patricio ha sido el vagabundo oficial de Segovia durante décadas. Poeta con cartón de vino en la mano. El rapsoda de la Plaza de los Huertos, o el cantarín desde su balcón en el barrio de San Millán que amenizaba a los que bajaban por las escaleras del Salón. No sé si los vecinos del bloque lo disfrutaban tanto. Pocos personajes hay en Segovia tan populares como él a los que crecimos en Segovia en las últimas décadas del Siglo XX. Era el “homeless” por antonomasia de Segovia.

Patricio en los soportales de la Plaza Mayor de Segovia

Patricio en los soportales de la Plaza Mayor de Segovia / JUAN MARTIN

Desconozco si vive aún, por lo que se admite información en los comentarios en las redes sociales. En la foto luce su habitual melena larga y su poblada barba blanca, vestido con una pelliza de cuero. Otras veces aparecía por la ciudad con el pelo corto y afeitado, y los segovianos comentaban que le habían acogido en un asilo de monjas, y lo primero que habían hecho es asearle. Pero Patricio seguía con su lírica y sus chascarrillos por los rincones del Casco Antiguo.

Como se pueden imaginar, no es fácil encontrar documentación de Patricio. El señor Google no le conoce demasiado. Pertenece a otra época donde no llevábamos un móvil en el bolsillo. En la actualidad seguro que salía en más de un selfie en el Instagram de jóvenes que posan junto al Patricio.

Portada del libro "...y a ti te encontré en la calle" editado en 1987

Portada del libro "...y a ti te encontré en la calle" editado en 1987 / CADENA SER

La mejor documentación de Patricio nos la ofrece el libro “…y a ti te encontré en la calle” que en 1987 publicaron el periodista Javier Aguiar y el fotógrafo José Maria DiezPototo”. Esa publicación es una joya que recopila reportajes sobre los personajes populares de la época en Segovia. Fue editada por la Obra Social de la desaparecida Caja Segovia. Una joya que no puede faltar en una buena biblioteca de temática segoviana.

En sus páginas cuentan que Patricio Martín Hijosa nació en la parroquia de Santa Maria Magdalena, en el actual barrio de Zamarramala, y que de profesión fue carpintero ebanista. En la citada obra le describen como todo bondad y buen carácter y comenta a los autores “de poetas y locos, todos tenemos un poco”.

Los autores del libro, Aguiar y Pototo, posteriormente serían impulsores del nacimiento de la edición segoviana de “El Norte de Castilla” en diciembre de 1992. El primero como editor junto con Miguel Ángel López “Mosco”, Angélica Tanarro y Fernando Aranguren. Pototo, firmando las primeras fotografías del rotativo que desembarcó en Segovia desde la Casa Larios en la Plaza Mayor.

No nos olvidamos del otro protagonista de la imagen de hoy, Basilio. También tiene su espacio en el libro del que hemos hablado. Basilio San Cristóbal Asenjo nació en 1915 en Collado Hermoso (Segovia). Era un habitual de la antigua Fernández Ladreda y de la Calle Real. Armado con su guitarra, no es que diera muchas notas, pero no paraba de aporrear sus cuerdas y los segovianos le agradecían la intención con unas monedas, igual que Patricio hace en la foto de Fernando Peñalosa.

Basilio con su caracterísitica boina

Basilio con su caracterísitica boina / POTOTO

En el libro cuenta que tuvo problemas con algún “burócrata” del momento que no compartía del todo su afición musical confiscándole el instrumento. Las monjas que atendían a Basilio tampoco veían con buenos ojos su afición por la guitarra y que pidiera, pero a Basilio le convencían las ganancias.

La escena se produce en la calle Cervantes, metros arriba de Casa Duque. Y se atisba a ver un escaparate de Establecimientos Muñoz que vendía vajillas y cristalerías, aunque en la foto se pueden ver muñecas y regalos. Este comercio se trasladó posteriormente metros abajo en el local donde hoy se ubica la tienda de deportes JDSports y en la actualidad permanece abierto en el Polígono de Hontoria. Ese espacio en la actualidad es la ampliación Restaurante Duque, en lo que se conoce como Casa del Curato, con el que ganó espacio el establecimiento hostelero en la década de los noventa.

Sirva la foto de hoy para hacer un homenaje a tanta gente anónima, que protagonizan el día a día de la ciudad de modo anónimo, y que el ojo sensible de Fernando Peñalosa sabía captar. Seguro que pocos se acuerdan del señor con mucho mando que le quitó la guitarra a Basilio….. pero de Basilio y Patricio sigue en la mente de los segovianos.

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