El confinador confinado
En la segunda temporada del coronavirus, el confinamiento va por barrios.

La línea Roja con Matías Vallés (23/09/2020)
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Palma
En la segunda temporada del coronavirus, el confinamiento va por barrios.
En Madrid se protesta la clausura de zonas urbanas porque piensan respetarla, en Balears se acepta a cambio de incumplirla.
Hay un elemento culpabilizador en el cierre de una barriada determinada mientras otras se mantienen abiertas, es una forma de llamar desobedientes a determinados vecinos.
En el caso de Palma, los residentes en Son Gotleu se portan peor que los de Son Vida.
O ya generalizando, se pretende que la ciudadanía enfermiza no está a la altura de los políticos inmunizados.
Estas suspicacias podrían eliminarse con nuestra doctrina del confinador confinado.
En síntesis, toda autoridad que confina a sus vecinos queda automáticamente confinada.
No solo sería un excelente ejemplo de solidaridad, porque el confinador que se confina a sí mismo también eliminaría las sospechas de que en ningún caso va a tomar medidas contra el barrio que habita.
Hay que eliminar la imagen del general que contempla la batalla resguardado desde la colina, mientras sus tropas se juegan la vida en primera línea.




