Un sacerdote de Gijón afronta ocho años de cárcel por abusar de una alumna menor de edad

Gijón

La Fiscalía de Gijón solicita ocho años de prisión, alejamiento y libertad vigilada para un sacerdote de 50 años acusado de un delito continuado de abuso sexual a una alumna cuando era menor de edad. El Ministerio Fiscal ha presentado este viernes el escrito de acusación provisional en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón, que será la encargada de enjuiciar la causa.

El sacerdote trabajaba como docente en el colegio en el que estudiaba la menor, que actualmente tiene 26 años, y con la que contactó a través de las redes sociales. Según consta en el escrito, en sus conversaciones con la menor le decía que "no era de piedra", que la quería y utilizaba las expresiones "princesa" y "solete" para dirigirse a ella. Cuando su alumna tenía 12 años, el acusado siguió intimando con ella, provocando encuentros y diciéndole que la amaba y deseaba.

Sus primeros encuentros sexuales se produjeron cuando la alumna tenía 14 años y, según la Fiscalía, mantuvo relaciones completas con ella cuando ya contaba con 17 años. El procesado le decía a la menor que era "la mujer de su vida", que quería una vida con ella pero que no podía debido a su condición de sacerdote. La relación finalizó en septiembre de 2012, cuando la víctima tenía 18 años, y estos hechos, según la Fiscalía, le han ocasionado a la joven un trastorno de tipo ansioso depresivo.

La acusación interesa que el acusado sea condenado a ocho años de cárcel e inhabilitado para el empleo y desempeño de actividades docentes y cualquier otra relacionada con menores durante cinco años. A esta pena añade además ocho años de libertad vigilada posteriores al cumplimiento de la condena, así como la obligación de comunicar cualquier cambio del lugar de residencia o del lugar o puesto de trabajo, la prohibición de comunicarse con la víctima, o con sus familiares. Asimismo, la Fiscalía reclama la imposición de una orden de alejamiento a menos de 500 metros y comunicarse con la víctima durante ocho años. En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita una indemnizacióncon 3.000 euros.

Según expuso la Compañía de Jesús cuando trascendió la denuncia, el jesuita denunciado ejerció la docencia en Gijón entre 2005 y 2008 y trabajó también en colegios de esta orden religiosa en Logroño y A Coruña sin recibir ninguna denuncia de alumnos de los centros de ambas ciudades.