La Xunta se compromete a aumentar los monitores del comedor del Ría de O Burgo desde el 1 de octubre

A Coruña

El comedor del CEIP Ría de O Burgo seguirá con su actividad tras el compromiso de la Consellería de Educación de contratación de más monitores para garantizra el servicio y la seguridad de los niños en estos tiempos de Covid. Hoy se han suspendido las caceroladas de primera hora de la mañana que comenzaron cuando la empresa que gestiona el servicio, dependiente de la Xunta, redujo, en lugar de aumentar, el número de monitores.

El comedor contaba con 16 asistentes el año pasado y este curso comenzó con 12 ante las protestas de la comunidad educativa. Los profesores del centro han ayudado a que se mantuvieran las aulas burbujas de clase también en el comedor desde que comenzaron las clases, alargando su jornada laboral. Seguirán haciendo lo mismo hasta el miércoles, momento en que esperan que haya más personal, según el compromiso de la Xunta.

Raquel Parada, representante de los padres en el Consello escolar, recuerda la labor de esos profesores y personal para sacar la situación adelante: "Gracias a la buena voluntad del centro creo que mandrentremos el tirón estos días y la situación se volverá estable a partir de octubre, creo que la conselleria no puede jugar con la salud del alumnado y menos con la conciliación de sus padres".

La empresa concesionaria del comedor es Sala Gradín, de A Estrada. En el contrato que tiene con la Xunta se señala que el número mínimo de monitores es de 12. Las demandas continuas del centro han hecho que se incrementaran a 16. Este año se redujeron al mínimo y comenzaron las protestas. Si no había un aumento de monitores el Consello escolar hubiera tenido que paralizar el servicio.